Deriva política

Hay dos asuntos graves que pesan sobre la llamada “casta política”, la corrupción y la falta de concurrencia de los mejores en esta actividad.

En la anterior legislatura se aprobaron una serie de medidas para luchar con la corrupción pero no se atacó la corrupción donde debe atacársela que son en las propias organizaciones políticas, ya que si no existe unas convicciones en los partidos de realizar una correcta praxis política no vamos a ninguna parte.

“Los trapos sucios se lavan en casa”, para ello deberían ser los propios partidos políticos los que deberán luchar por la limpieza de sus acciones políticas.

Para ello sería muy conveniente que las comisiones de ética de los partidos, con sus correspondientes códigos de ética políticas funcionaran a la perfección, porque podrían actuar previniendo la corrupción cuando detentara al principio de producirse, enjuiciando en expedientes disciplinarios al que hubiera indicios de malas praxis, suspendiéndole en su caso de militancia con abandono de los cargos que detentara, esto sería un gran paso.

Debería también los partidos buscar la excelencia en la selección de sus candidatos a afiliados escogiendo a los mejores, para una actividad tan noble como la política, y a los militantes deberían tener una formación continuada y evaluable para comprobar tanto su formación general como su formación en ética política, y en ciencia política, con esto se contribuiría a crear en los partidos una cultura de limpieza y un ambiente de formación continuada de su militancia.