El portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, dijo que el régimen tenía que haber permitido a la opositora, cuyo arresto domiciliario expira en teoría seis días después de las elecciones, participar libre y plenamente en este proceso electoral.
"Esto es una manipulación cobarde por parte de Birmania. ¡Qué conveniente sugerir ahora que ella podría ser liberada después de unas elecciones que, según indica todo, no van a ser justas, libres y creíbles!", afirmó.
Fuentes diplomáticas dijeron que el ministro birmano de Asuntos Exteriores, Nyan Win, se mostró confiado durante la reunión con sus homólogos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que se celebra en Hanoi, en que Suu Kyi será puesta en libertad, aunque no precisó ni cuándo ni bajo qué condiciones.
"Birmania sabe lo que tiene que hacer. Tiene que abrir su espacio político para que Aung San Suu Kyi y otros puedan participar plenamente en la política de Birmania", señaló Crowley.
"Tiene que liberar a todos los presos políticos, a todos", reiteró, y "tiene que iniciar un diálogo formal con todos los actores de la sociedad birmana", recalcó.
Un total de 35 partidos políticos se presentan a las elecciones legislativas, las primeras que celebrará Birmania tras más de dos décadas de férrea dictadura militar.
La Comisión Electoral anunció el pasado 14 de septiembre la disolución del partido de Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), y otras nueve formaciones políticas.
La LND rehusó registrarse en la citada comisión en un acto de repudio de la Constitución de 2008 y de la legislación electoral aprobadas por la Junta Militar para organizar los comicios.
Birmania está gobernada por militares desde el golpe de Estado del general Ne Win en 1962.
El país no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando Suu Kyi y la LND derrotaron con 392 diputados al partido oficial, que sacó diez congresistas.
La Junta Militar nunca reconoció aquella derrota y anuló este año el resultado.
.jpg "La líder opositora Aung San Suu Kyi")
Si (
No(
