El Museo del Bandolero se suma a recordar aquellas personajes que sembraron terror y fascinación al mismo tiempo en las personas que atravesaban la serranía a caballo o en diligencia. Institución privada, dirigida por su dueño, Jesús Almazán González, un coleccionista rondeño de todo aquello que esté relacionado con la historia del bandolerismo.
Dividido en seis salas, el Museo del Bandolero muestra documentación, objetos y testimonios de los bandoleros: Viajeros románticos; Vivir el bandolerismo; Famosos bandoleros; Los que siguieron el rastro “Guardia Civil”; Armas y testimonios escritos y Trajes originales de la serie “Bandolera”. La visita al museo se completa con un audiovisual en la que escritores, biógrafos e historiadores hablan de los bandoleros españoles más célebres en la serranía andaluza.
Los famosos viajeros románticos principalmente ingleses, franceses y alemanes, como Roberts, Ford, Merimée, Gautier, Davillier, Lewis o Blanchard se interesaron por el bandolerismo y algunos de ellos quisieron conocer en persona a José María el Tempranillo, prototipo de bandido generoso, y uno de los más célebres.
De todo ello da cuenta el Museo del Bandolero, al igual que de la rica bibliografía y filmografía que el tema ha dado en España. Una pantalla con una de esas películas está emitiéndose de continuo en la última sala del museo. No faltan los cuadros sobre bandoleros y asaltos a diligencias, todo un género costumbrista, como los de Eulogio Rosas, que cuelgan en los muros.
Entre los nombres de los célebres bandoleros figuran: El halcón Gris –salteador de caminos-; Pedro Machuca y el Guapo de Lucena; Diego Corrientes; los Siete Niños de Écija, Tragabuches o José María el Tempranillo. Todos ellos , como delincuentes, son hijos de sus circunstancias personales o sociales, por lo que se echaron al monte huidos y perseguidos para acabar en la horca o con el garrote vil y algunos con el perdón real. Tragabuches fue el único que escapó de los Siete Niños de Écija y su rastro se perdió en el tiempo.
En suma, el Museo del Bandolero en Ronda merece una visita para aprender de aquella situación y etapa histórica de los protagonistas.