Fue el primer gran escándalo de la Administración Obama y sus consecuencias siguen saltando a la palestra cada cierto tiempo. Bautizada como Fast and Furious, se trató de una operación encubierta lanzada por elDepartamento de Justicia de Estados Unidos contra el Cártel de Sinaloa, y que acabó rematadamente mal.
De forma muy resumido, el operativo llevado a cabo por el Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives (ATF) entre 2009 y 2010, consistió en la introducción de más de 2.000 armas de fuego enMéxico, sin el conocimiento del Gobierno de Felipe Calderón.
Para ello, los agentes federales permitieron que presuntos delincuentes compraran armas en Arizona. La idea del Departamento de Justicia era hacer un seguimiento constante de las armas y así desvelar las estructuras del crimen organizado mexicano. El problema es que la ATF perdió la pista de 1.400 de las 2.200 armas que vendieron, y que acabaron en manos de los cárteles de la droga por cortesía del Tío Sam.
Pues bien, ahora se ha sabido que una de las armas entregadas por EEUU a las bandas criminales mexicana acabó en manos del capo de la droga Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo. El Departamento de Justicia habría reconocido en una misiva al Congreso, que un rifle del calibre 50 hallado entre las armas que poseía el narcotraficante en su último escondite, era parte del cargamento introducido en la fallida operación de la ATF.
Las autoridades encontraron el fusil -uno de los 34 vendidos en Fast and Furious- después de la captura del jefe del cartel en una operación ejecutada el 8 de enero en su estado natal de Sinaloa. Las fotos de la incursión mostraban el arsenal que Guzmán y sus hombres tenían en su guarida. Cinco de los hombres de El Chapo murieron en un tiroteo durante la captura.
Peter J. Kadzik, Assistant Attorney General for Legislative Affairs del departamento de Justicia confirmó la relación entre el rifle hallado en poder deEl Chapo y el fallido programa de la ATF. Hay que destacar que un arma de ese calibre y potencia es capaz de parar un coche en marcha o derribar un helicóptero.
Tras conocerse la relación, desde la Cámara de representantes se dirigieron por carta a Loretta Lynch, Fiscal General de EEUU, para conocer más detalles sobre el desastre. En concreto quieren conocer datos como el número de armas recuperadas o el número de ellas que se han empleado en crímenes.
FUENTE: LAINFORMACION.COM - POR MANU GIL - 17/03/2016
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