La habilidad de los negociadores es que sepan llegar el ponto de encuentro entre la necesidad y los meritos y en su caso la justicia social.
Lo primero que hay que atender a los grupos de exclusión social, la marginalidad la social dependencia etc., porque es una deuda social que tenemos con estos grupos sociales, en especial los que han soportado la crisis económica con mayor virulencia, habrá que compensar a los abuelos que con su jubilación h<n mantenido el poder adquisitivo de sus numerosas estirpes.
Tendrán los poderes públicos que devolvernos mediante compensaciones los 1000 €., que hemos pagado cada españolito a los corruptos y confesos. Hay que corregir las desigualdades acrecentadas. Pero no podríamos dormir tranquilos si al menos no lo intentamos.
(*) Pedro José Rodríguez Iglesias, es escritor. Autor de “Ética para Políticos”, “Regeneración Política y Social”, “Independentismo, la gran estafa”….