Cainitas

Las famosas dos Españas que surgieron en la guerra civil parece que de nuevo se planta en nuestra vida política abriéndose un periodo en el que se agitan los viejos demonios partidistas.

No se comprende como un partido de nuevo cuño puede poner líneas rojas a otro antiguo para no apoyarle en la investidura.

Otro partido nuevo solo y excepcionalmente en segunda votación se abstendría para que pudiera investirse al líder del más votado, pero tampoco lo apoyaría.

El colmo del desencuentro y del cainismo es que uno de los dos partidos clásicos, no quiere saber nada del otro y no le da ni la abstención.

¿A que juegan? ¿No saben que se está jugando el porvenir de 47 millones de españoles.

No saben ustedes hacer política porque les condiciona tanto y absurdamente sus estrategias e ideologías ysus odios “ad pèrsonan” que hacen que el pueblo español sufra por su falta de competencia y responsabilidad.

Cuando alguien en un trabajo no es capaz de realizarlo, lo honesto es que se vayan a hacer otras cosas, si tuvieran ustedes vergüenza torera se irían a su casa o a otro trabajo dejando paso a otras personas que puedan hacer ese trabajo político.

¿Cómo se puede entender que uno de estos líderes tenga tanta ambición para ser presidente de gobierno que no piensa en que este país ha de tener un gobierno, como primera instancia y después ya lograra un empleo.

El pueblo español cuando vaya a votar de nuevo ya le pasara factura a todos estos que delinean líneas rojas, que no son otra cosa que personas con frustraciones personales incapaces de entenderse por sus encores con otro de los partidos democráticos del arco parlamentario.

¡Apañados vamos!...

(*) Pedro José Rodríguez Iglesias, es escritor. Autor de “Ética para Políticos”, “Regeneración Política y Social”, “Independentismo, la gran estafa”….