Piden 30 años de prisión para sacerdote brasileño por abuso

Al punto de cumplirse nueve meses del inicio del juicio, el fiscal Alejandro Varela concluyó su alegato de cinco días con el pedido de máximo castigo para este delito ante el Tribunal Oral en lo Criminal Número 1 de Morón, al oeste de Buenos Aires.

Además, solicitó la detención inmediata de Grassi por riesgo de fuga. El cura tiene el beneficio de libertad moderada.
"Si hubiera pedido un año hubiera sido igualmente doloroso porque soy inocente", dijo Grassi a periodistas tras abandonar los tribunales.

El juicio oral no es público con el fin de preservar la identidad de los menores involucrados.

El caso judicial se inició en octubre de 2002, cuando un canal de televisión local transmitió una investigación periodística en la que tres jóvenes -dos de ellos menores de edad - denunciaron haber sido abusados por Grassi en la sede de la Fundación Felices los Niños en la localidad de Hurlingham, al noroeste de Buenos Aires, donde funcionaba un albergue para menores sin familia o de bajos recursos.

En la única pericia psiquiátrica a la que aceptó someterse, el sacerdote fue definido como poseedor de un perfil psicológico "compatible con personas que han cometido un delito sexual". Pero Grassi siempre ha insistido en su inocencia.
"No cometí ninguno de los delitos que me están imputando. No tienen pruebas para comprobar los 17 delitos. Mi defensa va a demoler al fiscal, técnicamente hablando", sostuvo el acusado.

Su abogado Daniel Cavo adelantó que solicitará la "absolución" de Grassi.

En tanto que los defensores de las víctimas expresaron su conformidad por la pena solicitada.

"La pena está correctamente evaluada...se ve agravado por estar (Grassi) a cargo de la guardia y educación de los jóvenes abusados", manifestó José Calcagno. Agregó que su defendido, identificado en la causa por el nombre ficticio de Luis para preservar su identidad, "ha sufrido muchísimo, pero con esto ahora está más tranquilo porque el pedido del fiscal demuestra que los chicos no mintieron".

No hay fecha estimada para que el tribunal de un veredicto ya que aún restan los alegatos de los abogados querellantes y de la defensa de Grassi.

Grassi se hizo famoso por sus obras de caridad realizadas a través de la Fundación Felices los Niños que él creó en 1993 y que posee decenas de hogares y centros de día en distintos puntos de la Argentina.

Durante la década del noventa la Fundación fue depositaria de miles de donaciones privadas y públicas, algunas organizadas por concursos de televisión.

El de Grassi fue el primero de dos escándalos sexuales que involucraron a sacerdotes de la Iglesia Católica argentina. En septiembre de 2002, el arzobispo de la ciudad de Santa Fe, monseñor Edgardo Storni, debió renunciar a su cargo tras ser acusado de abusar de seminaristas y jóvenes sacerdotes.