Gaos y la filosofía

En una de las obras de Gaos titulada: Dos exclusivas del hombre: la mano y el tiempo, elabora el pensador español un espléndido y bello trabajo de análisis fenomenológico. También destaca lo más radical para el ser humano: el tiempo. Somos seres esencialmente temporales en todos los sentidos pensables.

Gaos se fue al exilio y llegó a México siendo maravillosamente acogido. Su influencia intelectual en este país hispanoamericano desde una perspectiva filosófica fue muy considerable. Así lo afirma también Teresa Rodríguez de Lecea: “Su labor en México es más conocida porque su influencia allí fue enorme. Durante un tiempo continúa desarrollando y madurando ese pensamiento que se sitúa entre fenomenología, existencialismo e historicismo”. De hecho, durante unas cuatro décadas desarrolló una muy extensa y profunda actividad filosófica.

La tesis doctoral de José Gaos se tituló La crítica del psicologismo en Husserl y fue calificada con Sobresaliente en 1929 por un tribunal compuesto por Manuel B. Cossío como presidente, José Ortega y Gasset y Lucio Gil Fagoga como vocales, y Zubiri como secretario y ponente.

En relación a la finitud del tiempo humano escribe Gaos: “Si tuviéramos un tiempo infinito, aunque tuviéramos una infinidad de cosas que hacer, aunque sería falso que no tendríamos nada que hacer, sería cierto que no tendríamos que hacer nada”. Es una muestra más de su lucidez filosófica, y de su constante tarea de pensar y cuestionar. La limitación temporal de la existencia es lo que da un valor extraordinario al paso del tiempo, y a su irreversibilidad lineal.

Como también indica Serrano de Haro respecto a la filosofía de Gaos:”El nexo entre verdad y conciencia, el vínculo entre ser, sentido y tiempo, es de suyo el problema de la filosofía y da la medida de un problematismo infinito que es a la vez histórico y ontológico”. Y a esto se ha dedicado en cuerpo y alma el filósofo asturiano que es José Gaos. También es muy destacable su labor de traducción de grandes obras filosóficas del alemán al español. Además, su gran pasión por la literatura ya comenzó en su niñez y adolescencia, y le acompañó toda su existencia hasta su muerte en 1969.

(*) José Manuel López García es Doctor en Filosofía y Profesor