Snoopy cumple sesenta años

Ahora son un clásico, una leyenda que ya cumplió 60 años. Charles Monroe Schulz, hijo de un alemán, tenía 27 años cuando el mundo del cómic dio a luz a Charlie Brown. A Schulz siempre le gustó dibujar y su objeto favorito era su perro Spike. Con 24 años publicó por primera vez un cómic suyo en el diario de su ciudad en Minnesota: 'Li'l Folks'. Uno de esos chicos era un cierto Charlie Brown. Un chico amable y bueno, pero que siempre pierde.

Sin embargo, esta "historia del gran fracaso estadounidense" tenía potencial. Y así, Charlie y sus amigos obtuvieron el 2 de octubre de 1950 su propia viñeta. La obra maestra de Schulz consiste en que un par de trazos crean una figura reconocida en una docena de países.

En los cómics los adultos no hablan ni aparecen, en las películas sus voces son el ruido de un trombón. Los héroes son los niños. Eso también hace la estrella secreta que apareció dos días después de Charlie: Snoopy, el relajado beagle, cuyo hobby favorito es yacer sobre el techo de su caseta y desde allí combate a posteriori las batallas aéreas de la Primera Guerra Mundial. No solo los cómics de Schulz se venden a nivel mundial, también las películas y naturalmente una gran cantidad de productos publicitarios.

En mayo de 1969 el Apollo 10 exploraba la Luna para el aterrizaje de los primeros seres humanos dos meses después, la nave tenía como señal de llamada las palabras "Charlie Brown". El módulo lunar se llamaba Snoopy.

'Peanuts' fue un éxito por décadas. Schulz dibujaba él mismo cada viñeta. Dispuso que nadie continuara su trabajo después de su muerte. Schulz -que se hacía llamar 'Sparky' por sus colaboradores y tenía un aire que recordaba al personaje de Charlie Brown, más allá de compartir su nombre- había decidido poner un punto final a su trabajo de dibujante.