“Evelinne”, desde muy cerca

Era una máquina de producir guiones, artículos y novelas aderezadas por piezas teatrales que se representaban en la Red Nacional.

Flaco, nervioso y rubio como un teutón mediterráneo cultivado en Harvard y con el barniz de los jesuitas de ICADE, me llegaron a comparar con Shakespeare, Calderón o Samuel Becket. Era visto y no visto pero la verdad es que aquella fama volátil y reseca me abrumaba, mi madre y las criadas cogían el teléfono para que yo pudiera echarme una ligera siesta antes de ponerme a escribir otra vez.

La ambición, no sé, la locura de llegar a ser premio nobel, mientras no me ocupaba de las cuentas corrientes que crecían con la velocidad de los embalses del antiguo régimen, hacia que volara a tal altura que no veía a los seres humanos, no me daba tiempo.

Eso llegó a originar la falla tremenda, Cañón del Colorado, en la que me precipité sin remisión, tantas veces contada, pero que una vez milagrosamente superada ha dado origen a esta nueva vida, vida de padre y de marido con todas las preocupaciones que esto impone y a la vez con esas satisfacciones de la gente corriente, de la vida real.

Por eso ahora, jubilado ya de mis obligaciones de funcionario del Cuerpo Técnico, con esa sensación que no es sino certeza de haber cumplido conmigo mismo y con España, con esa certidumbre de que no queda nada por hacer y ese temor preocupante de que en realidad a los ojos del mundo sobra este tiempo añadido mientras te preguntas todas las noches qué pensará Dios, cuándo te llamará.

Hace – y ésta es la idea – que como un zoom se acerque ante mis ojos la realidad, las privaciones y esperanzas de los seres humanos, de mis congéneres, de mis amigos, de mis actores, de mis actrices. Y ya no me interesan ni la ambición, ni el dinero, ni el premio nobel, solo les veo a ellos uno a uno, y vivo preocupado por todos y cada uno de ellos y esa es una diferencia, diferencia abismal entre aquel Germán rubicundo de los ojos azules y las entrevistas y este pre-vejestorio de pelo cano y mirada pensativa o más bien reflexiva.

Y con tanto tiempo libre, Dios mío, me acerco a los ensayos de mis obras, al pre-casting y veo entre estupefacto, asombrado e incrédulo como es la realidad de cruda, de voraz, de ignominiosa y a la vez de impactante, de profunda y de conmovedora.

Ver la preparación, la elección de actores, la eliminación de Compañías enteras de actores y de amigos, es algo impresionante y a la vez tremendo para un hombre de mi edad, una impresión que te puede matar como dice mi médico. “Un campo sembrado de cadáveres” como definía al teatro mi amigo Antonio Buero Vallejo.

Si, de volar como el “Concorde” a velocidad y altura estratosférica a hacerlo como ahora lo hago en esa avioneta de dobles alas paralelas y una sola hélice con Saint-Exupéri, y la gorra de cuero con el que vuelo ahora. La diferencia es brutal, abrumadora, pero también maravillosa pues compartir el asiento trasero de esta avioneta pilotada por el autor del Pequeño Príncipe es todo un privilegio, un lujo, como ahora se dice, reservado a unos pocos, a los que hemos sobrevivido simple y llanamente porque el Señor es misericordioso y se olvida de nuestras faltas y errores, mucho antes de que nosotros las hayamos olvidado.

(*) Germán Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)