“EVELINNE y JOHN”

Dice Ubillos que sentado a los pies de los altos pinares de El Espinar, tras venir del mar, de Mareny Blau, los personajes le hablaban y le decían tales cosas que él mismo exclamaba suspiros de admiración, dudaba si escribir lo que escuchaba, semejantes mensajes pero breves segundos después escribía con frenesí en su gran cuaderno de páginas de canutillo como hacía Hemingway cuando vagaba por esos pueblos de Dios en su juventud, con su mujer y su hijo, cuando eran pobres… pero eran felices.

Ubillos ha sido muy feliz, inmensamente feliz al reencontrarse con su inspiración. Decía Nietzche que “no hay cosa más triste ni más repugnante que el hombre que ha escapado a su genio”. Bien, Germán Ubillos parece haberlo recuperado. Y así se le han ido apareciendo, John, varón de 70 años, casado.

Evelinne, mujer de 60 años, esposa de John, que ha estado antes casada con el Presidente de los Estados Unidos, unida con Bill Gates, esposa del rey de Monrovia, y unida al rey de los belgas.

Bárbara, de 25 años, es escultural, una monada, en los dos primeros segundos aparece desnuda mientras John entra atravesando la estancia impecablemente vestido como el Duque de Windsor, estirándose los puños blanquísimos de su camisa.

Gastón de 27 años es el novio de Bárbara.. pero en realidad puede ser un asesino a sueldo.- El psicoanalista de edad indefinida ejercita en el escenario el psicoanálisis más ortodoxo a John… a quien con frecuencia se le aparece el fantasma de su madre… muerta… aquella mujer maravillosa con la que únicamente fue feliz, con quien había “transfer”, representante de una época, de una mansión, de un tiempo desaparecidos pues John siente que nadie le quiere, que nadie le comprende.

¿Es eso verdad o es solamente la mente calenturienta del protagonista?.

Evelinne es una mujer excepcional como algunos piensan, o es una falacia, una furcia de altura que ha ido casándose con los hombres más famosos y ricos de su época.

Bárbara es una preciosidad de cría, muy inteligente a lo Lolita de Nabokov o es sencillamente una putilla que ejerce su oficio?. ¿ La madre de John, difunta, sale de las tragedias de Shakespeare o de la mente inspiradísima de Ubillos?.

Cuando estrenó su obra “La Tienda” en el Nacional María Guerrero, los críticos más reputados de su país afirmaron sin ambages unánimemente que su obra era muy semejante a las de Shakespeare, Calderón o Samuel Beckett.

¿Va a dar Ubillos otra campanada en la conciencia existencial de su época o lo que va a intentar ahora es desnudar totalmente, dinamitar la realidad de este mundo preocupante y zafio, o la de sus habitantes alienados y enfermos abocados a un final difícilmente remediable?.

Todo pudiera ser. Habrá que esperar al estreno de “Evelinne y John” la obra que ha terminado de escribir hace unos días el evanescente pero indestructible autor de tantos premios resonantes.