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16Ago1977 – 16Ago2015

En el 38º Aniversario de la desaparición de Elvis

Elvis Presley - 08 Enero 1935 - 16 Agosto 1977
Elvis Presley - 08 Enero 1935 - 16 Agosto 1977

Por Juan Ignacio Vera

domingo 16 de agosto de 2015, 21:03h

Parece mentira que ya hayan pasado 38 años desde que Elvis, (así a secas,) falleciera en el cuarto de baño de su mansión a causa de un fulminante ataque cardíaco como resultado de la ingestión abusiva de fármacos según dijeron las autoridades en su día, después de la autopsia legal correspondiente.

En el 38º Aniversario de la desaparición de Elvis
En el 38º Aniversario de la desaparición de Elvis

A pesar de su desaparición la verdad es que Elvis sigue vivo y quizás más que nunca ya que su muerte física no ha hecho más que aumentar su proyección como icono de la cultura occidental de la segunda mitad del siglo XX. Esta proyección sin embargo, ha dado origen a numerosas leyendas y a la creación de falsos mitos acerca de sus orígenes, comienzos en la música, su carrera, éxitos y posterior declive físico hasta su prematura muerte en 1977 a los 42 años, una edad en que en condiciones normales, habría tenido todavía por delante 20 o 30 años más para desarrollar todo su potencial artístico, que lo tenía y mucho aunque es preciso puntualizar que su mayor talento era sin duda, su voz.

Elvis fue un fenómeno en su tiempo por las muy especiales circunstancias en que le tocó vivir. Éstas sin duda, contribuyeron a aumentar su fama hasta extremos nunca vistos e hicieron de él un fenómeno de masas, un referente de la sociedad de su época por haber liderado (aunque él no lo supiera y nunca fuera consciente de ello) un movimiento de la cultura popular que naciendo en EE.UU. y aunque USA no sea el mejor ejemplo a seguir para nada –y esta es una opinión estrictamente personal- se proyectó a todo el mundo occidental. De no haber nacido en EE.UU., Elvis nunca hubiera llegado a ser lo que fue.

Aún así, las cosas para Elvis no fueron fáciles en la época en que le tocó iniciarse como artista en el llamado país de las oportunidades y, donde –según la propaganda de la época-, todo era posible si para ello, se ponía el empeño necesario.

También es cierto que la situación de USA por aquellos años (década del 50) cuando Elvis hacía sus primeras incursiones en el mundo de la música popular, EE.UU. venía saliendo de participar en dos guerras (la II Guerra Mundial y la Guerra de Korea) conflictos ambos, que provocaron una profunda transformación social y cultural en aquel país. Pese a ello hacia 1955, los norteamericanos vivían una época de relativa prosperidad y la propaganda gubernamental del estasblishment vendía la idea del “sueño americano”: las películas de aquel entonces en rabioso technicolor (con Doris Day y Rock Hudson entre otros referentes) daban al mundo entero la impresión de un mundo feliz donde la mayoría de los ciudadanos tenían automóviles lujosos, artefactos electrodomésticos impensables en otras latitudes y casas con patios traseros donde la familia común y corriente hacía una barbacoa cada semana. Los chicos usaban jeans, camisetas blancas y cazadoras de cuero negro y las chicas faldas “plato”·con enormes ruedos y calcetines blancos y todo esto, aherrojado con una estricta moralidad que incluía las misas dominicales con sermones donde se invitaba a los jóvenes a la castidad y al pronto matrimonio. Las estadísticas señalan que en la década de los 50, la edad promedio en que los norteamericanos accedían al matrimonio estaba en torno a los 21 años.

De pronto en todo este idílico mundo, emerge una corriente musical extraña y ajena a esa vida de “blancos religiosos” y todo amenaza con desestabilizarse. El rock incipiente, producto de la mezcla agresiva de rhythm and blues negro y country blanco comienza a arrasar el país procedente de las ciudades del sur norteamericano. La (sucia) música de “negros” (como se le llamó en principio) es una amenaza que hay que conjurar. Predicadores, padres de familia, ciudadanos de bien, presidentes de clubes juveniles, todos se unen para advertir a los jóvenes del peligro que entraña ese muchacho sureño que mueve las caderas de manera provocativa y lasciva y que incita a la lujuria y el pecado. El establishment se revuelve furioso contra el enemigo que tiene en su propia casa. La CIA y el FBI llegan incluso a pensar que el rock, es una pérfida maniobra de los comunistas en su afán de quebrar el american way of life. Los comunistas rusos por su parte, creen que Elvis es un “arma secreta” de los decantes y perversos americanos para socavar la moral de los jóvenes comunistas y mientras Elvis cumplía con su servicio militar en Alemania Federal, en la vecina Alemania Oriental (separada en ese entonces por el Muro de Berlín) un joven alemanoriental que asesinó a una pareja de ancianos, confesó a la policía haberlo hecho después de escuchar varias canciones de Elvis.

Mientras tanto en USA, el tristemente célebre Comité de Actividades Antiamericanas del senador McCarthy investigaba de manera acuciosa no sólo a Elvis sino a todos aquellos cantantes que por la misma época, comenzaban a descollar en la nueva música del rock y en especial a los artitas negros. Artistas como The Platters, Little Richard, Chuck Berry, Jackie Wilson, Sam Cook o Frankie Lymon, estuvieron durante años en los registros del FBI señalados como “objetivos a vigilar estrechamente” por su dedicación a la nueva corriente musical y sus potenciales acciones antiamericanas. Hoy mismo más de 60 años después, no puede uno menos que sonreír ante tanta ingenuidad..

No obstante esta férrea campaña en contra de Elvis, muy pronto las autoridades norteamericanas se dieron cuenta que lo acontecido con Elvis no era más que la comprobación directa e irrefutable, de que el “sueño americano”, aquella adormidera inventada por ellos mismos, era una realidad tangible y entonces Elvis pasó de ser un proscrito a ser un genuino “american product totally made in USA” y desde su regreso del servicio militar cumplido impecablemente y dónde –pese a la oposición del sector conservador más duro del ejercito- obtuvo el grado de cabo 1º, Elvis regresó en gloria y majestad comenzando una fulgurante carrera discográfica y de cine, si bien hay que decir que de las 33 películas que Elvis hizo en menos de5 años, solo una ellas (Flaming Star) y en la que no canta es la más rescatable de toda su filmografía ya que en ella, se atisba un destello de talento interpretativo que de haber tenido más tiempo y oportunidades, podría haber cuajado en un actor de categoría más que razonable.

Elvis fue, es y será siempre un fenómeno de masas por todo lo que representó –y repito que sin saberlo y sin siquiera ser consciente de ello- ya que las nuevas generaciones nacidas después de su muerte han venido accediendo de manera natural a su música la cual representa la más genuina concepción del rock primigenio, aquel que ha influenciado a todos los cantantes y grupos musicales –sin excepción-, surgidos después de él.

Elvis no inventó el rock –como muchos piensan-, pero es indudable que sin su participación como el más genuino de sus intérpretes, el rock nunca habría llegado a ser lo que es hoy en día. Pese a llevar 38 años desparecido de este mundo, a Elvis le ocurre lo mismo que a Gardel: “cada día que pasa, canta mejor”.

“¡Elvis, quienes amamos tu música, jamás te olvidaremos!”…

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