Las siete normas básicas para espantar a los niños del teatro.

Así pues, me intereso por ver de que manera se esta educando a ese nuevo publico, a ese publico del futuro.

No me pongo dramática, no. Mis ojos han visto con emoción para trabajos realmente bellos, trabajos en los que los niños son tratados como esas criaturas pensantes y sintientes que merecen todo el respeto y el nivel profesional del mundo a la hora de ofrecerles teatro (teatro como cualquier otra cosa por supuesto). He visto trabajos simples sencillos y hermosos, he visto trabajos con muchos medios y otros con mucha imaginación, a veces también se da la combinación de estos dos factores, he visto trabajos con verdadera intención pero fallidos y bueno… todos podemos equivocarnos, no pasa nada. Pero también he visto trabajos no fallidos, sino intencionalmente memos, intencionalmente para bobos, es ahí en donde yo reniego del todo.

Por favor!
Sr. padre, Sra. madre, tío, abuela, o vecina del niño en cuestión. Si quiere alejar del teatro a ese niño que tanto quiere, asegúrese de que:
1. La compañía se dedique a hacer animaciones para BBC (Bodas, Bautizos, Comuniones), y no distinga animación de pieza teatral. – Aclaro que incluso me gustan las animaciones, pero claro llamadas por su nombre.

2. Sentar al niño entre esas señoras de la tercera edad que ríen toda “gracieta” que hagan los actores, por ejemplo “ ja, ja, ja, mira ha pestañeado, ¡que mono!, ha vuelto a pestañear!”.

3. Sentar al niño sobre sus piernas de tal manera que en cuanto suene el primer tema musical usted pueda estrujarle las muñecas obligándolo a aplaudir el ritmo de la canción, mientras Ud. Mismo le chilla al oído, ¡que divertido que divertido! – no importa que las manos del niño se pongan moradas-

4. Que los actores sepan “perder el norte”, quiero decir, que olviden fácilmente que el publico es el que esta en el patio de butacas y no los niños que han subido al escenario.

5. Que sepan ridiculizar y mostrar su superioridad frente al niño que han invitado a participar, de tal manera que este pase mucha vergüenza frente al resto del público, que este no sepa lo que tiene que hacer, ni cuando se tiene que marchar.

6. Sean tan profesionales que evidencien que saben de luces y sonido, mostrando la incomodidad por los fallos técnicos y comentándolos entre ellos en plena función.

7. No importa que el niño no quiera y llore y patalee, usted oblíguelo a ir a besar al payasito, cuando todo por fin haya terminado.