La primera biografía no autorizada de Carla Bruni, esposa de Nicolas Sarkozy, quizá no tenga revelaciones espectaculares, pero el resumen menos convencional, ya conocido, salpicado con muchos chismes, corre el riesgo de causar estragos.
Quizá el capítulo más “picante” de «Carla, une vie secrète», de Besma Lahouri, “periodista independiente”, sea el consagrado a una larga relación de amigos íntimos, novios, amantes y un marido anterior, padre de un hijo que el presidente de la República lanzó a la celebridad llevándolo a sus hombros durante su primer viaje de amor para descubrir con su futura esposa las pirámides egipcias.
En una de sus canciones, Carla Bruni ha hablado ella misma de una mujer con una treintena de amantes. Quizá no fueron tantos. Con ese material, su biógrafa no autorizada utiliza una técnica temible: contar escenas reales o imaginarias entre el presidente de la República, algunas de sus ex, su esposa y bastantes de sus ex.
El resultado es un rosario de retratos y escenas con colores muy vivos.
Encuentros con los ex
Por ejemplo, Besma Lahouri cuenta el encuentro, en los jardines del Elíseo, donde se celebraba la fiesta nacional del 14 de julio, entre Carla Bruni y una ex de Sarkozy (periodista en un diario de referencia). La esposa del presidente saluda muy cordialmente a la ex de su esposo, felicitándola por su último artículo. Minutos más tarde, Carla Bruni coge por el brazo al consejero de su esposo en materia de comunicación y le dice: “¿Te enteras? Así se hace”.
Las escenas entre Sarkozy y varios ex de su esposa son mucho más numerosas. Escena light: una que se sucede varias veces por trimestre... Raphaël Enthoven, “filósofo”, padre del hijo de Carla Bruni, aparece por el Elíseo, donde vive su hijo, para tomar una copa “en familia” con el presidente en compañía de sus hijos de otras dos esposas anteriores.
Escena hard: Jean-Paul Enthoven (padre de Raphaël, ex de Carla), también fue amante de la esposa del presidente... Y en alguna ocasión ha coincidido en una recepción del Elíseo donde se encontraban otros ex como Arno Klarsfeld, ex consejero de Nicolas Sarkozy. Capítulo aparte son las páginas consagradas a la seducción de Raphaël Enthoven, cuando Carla Bruni vivía con el padre del padre de su futuro hijo.
Hay escenas de la más distinta índole. Por ejemplo, Carla Bruni lleva a su esposo a felicitar a un cantante, Louis Bertignac (ex de Carla), tras un concierto. O una reunión entre amigos, en casa de Vincent Perez (ex de Carla), donde se cruzan dos o tres ex cuando el chófer de Sarkozy espera en la esquina para llevar a la pareja presidencial al Elíseo.
La biógrafa da la palabra a algunos fotógrafos que han seguido a Carla Bruni desde hace años. Uno de ellos, Pascal Rostain, explica de este modo las relaciones y nueva situación de la esposa del presidente de la República: “He visto a Carla con Arno, con Raphaël, con Sarkozy... ella es siempre la misma. Enamorada, totalmente enamorada, dándoles besos y haciéndoles carantoñas, cuidándolos con ternura”.
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