Remitido por José Antonio Sierra
Que el fútbol genera pasiones está más que asumido. Pero que el fútbol genere deuda, y cada vez más, parece que no tanto. Y así los muestran los datos. En total los clubes deben 431,98 millones de euros a Hacienda, deuda que crece con el paso del tiempo y que lleva a equipos como el Atlético de Madrid a deber hasta 107 millones de euros, 45 el Espanyol, 34 el Rayo Vallecano, 1,20 el Sevilla, 47 el Osasuna o 20 el Mallorca, 20.
Según los datos de la LFP la deuda total de primera y segunda división asciende a 482 millones de euros. La cifra final es no obstante mucho mayor afirma José Ignacio Marcet, presidente de la Fundación Marcet debido a que Hacienda guarda el derecho a la confidencialidad de las cuentas a entidades que no tienen forma jurídica de Sociedad Anónima (como el Barcelona o el Real Madrid) equipos cuya deuda supera los 900 millones de euros.
Por su parte, la Agencia Tributaria reclama hasta 431 millones de euros a los clubes, a excepción de Osasuna que tributa en la Comunidad Foral de Navarra, y a la Real Sociedad que lo hace en la Hacienda Foral de Guipúzcoa, ambas con régimen fiscal propio. Un baile de cifras sobre la deuda del fútbol con la Hacienda Pública que no cesa. De hecho, según el último balance económico del fútbol español elaborado por el Consejo Superior de Deportes (CSD) la deuda asciende a 738,5 millones de euros que no se pagarían hasta 2021, según el Sindicato de Técnicos de Hacienda (GESTHA). Estas obligaciones con Hacienda son 2,6 veces más elevadas que hace una década (temporada 2004). Este mismo informe muestra el gasto en salarios tanto en primera como segunda división ‘A’ ascendiendo a 1.160.932 millones de euros. Unas cifras que también publica el propio Boletín Oficial del Estado (BOE) donde cifra que los futbolistas de la Primera División española cobrarán en la temporada 2014/2015 un mínimo de 129.000 euros, más de 14 veces el salario mínimo interprofesional cifrado en 9.034 euros anuales. Mientras, los jugadores de Segunda División no percibirán menos de 64.500 euros.
Fuente: Fundación Marcet
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