Esencias Manchegas en un nuevo libro de Ramón Serrano G.

Cada cual dábamos nuestra opinión y al final los tres acabábamos coincidiendo en lo fundamental. En un momento, puede que estuviésemos volando sobre Chipre, el escritor jerezano dijo que la poesía es música y matemáticas, lo cual le había servido para aplicar cierto rigor en la estructura de su obra poética. Aunque en definitiva, entendimos los tres, la poesía es la que, sobre todo en los escritores y los artistas mantiene viva la historia del corazon.

Escribo esta especie de introducción al comentario de Sones de anochecida (Soubriet Libros),de Ramón Serrano G., para aproximarme lo más que me sea posible al mundo literario del autor, pues es aquí, en estos versos, donde su propio mundo se refleja de una manera más nítida. Ramón Serrano G. cuenta con una obra estimable, con libros como Sueños y quebrantos (2003) y Cuentas galanas (2009), a lo que hemos de agregar decenas de artículos publicados en El Periódico del Común de La Mancha, editado en Tomelloso, a cuya plantilla de colaboradores pertenece.

Sones de anochecida, cuyo volumen consta de 286 páginas y de una cuidada edición, refleja el mundo de su autor, sus inquietudes literarias, los sentimientos que han moldeado y dado consistencia a su personalidad, a su manera de ver la vida, de entender la familia, la amistad, los paisajes de la llanura manchega. Incluso dedica una de las cuatro partes en que se divide el libro a Cantares, recordándonos lo mucho que la poesía debe a este género. Veamos alguna de sus composiciones:"A cada uno lo suyo./ El amor fue sólo el mío,/ el desamor sólo el suyo". Pura filosofía machadiana.

Ramón Serrano G. es un poeta que se encuentra ya en la madurez de los sesenta años, esa edad en la que la vida nos ha llevado por muchos caminos y nos ha dotado de experiencias enriquecedoras. Como queda dicho es un manchego enamorado de su tierra, de su historia, de la simbología quijotesca y de todo aquello que contribuye al enaltecimiento del amor, de la familia y de la amistad; y sobre todo a encontrarse con uno mismo, como advertimos al comienzo del soneto Conservar."Mi sol camina ya de atardecida;/ mi viento es apenas una brisa;/ mi pulso ya no late tan deprisa,/ al igual que otros años de mi vida".

Recuerda el poeta a los seres queridos, a los que murieron y a los que forman el grupo de sus amigos. Quiero decir, que Sones de anochecida es la historia de su propia vida, de sus horas de dolor y de felicidad, de sus momentos de reflexión y de esperanza. La Mancha es tierra de pensadores, de gentes que entienden que nada se nos da de balde y que todo ha de ganarse con esfuerzo. Él es un buen ejemplo de todo ello y lo refleja con amplitud y generosidad en este libro, enriquecido, además con una admirable portada del pintor Eugenio Maroto Maroto