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Badajoz, emporio de historia, arte y cultura

Teatro romano de Mérida
Teatro romano de Mérida

Un maravilloso viaje en el tiempo por tierras extremeñas

jueves 26 de marzo de 2015, 21:17h

Por José Antonio Fernández Cuesta - Periodista y Miembro de Fepet

Mérida, la capital de Extremadura y sede de sus instituciones de Gobierno, fue fundada por Roma en el año 25 a.C. por orden del emperador Octavio Augusto, en donde decidió asentar a los soldados veteranos de las legiones, alcanzando el puesto más relevante de toda Hispania como importantísimo núcleo jurídico, económico, militar y cultural del occidente peninsular. Su soberbio pasado, pervive hoy en uno de los conjuntos monumentales y arqueológicos mejor conservados de España, lo que le ha valido ser declarada en 1993 ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Vara de Medir, en Zafra...
Vara de Medir, en Zafra...
Iglesia de San Bartolomé, en Jerez de los Caballeros
Iglesia de San Bartolomé, en Jerez de los Caballeros

Entre sus joyas arquitectónicas destaca el Teatro Romano, su construcción más representativa, mandado construir en el siglo I a.C. por el citado emperador, con una capacidad para 6.000 personas distribuidas en tres anillos de bancadas, según las diferentes clases sociales romanas que habitaban en la ciudad. El frontal del escenario esta formado por entradas y por dos alturas de columnas sobrepuestas, decoradas todas ellas con esculturas. Detrás existían otras dependencias que eran utilizadas por los actores, una pequeña cámara rectangular para culto imperial y una galería ajardinada.

Es el monumento más emblemático y visitado de la ciudad, convertido durante los meses de verano en un excepcional escenario teatral y musical, donde se ofrecen espectaculares representaciones clásicas y modernas, transformándolo en un referente a nivel internacional. Junto a él, se alza el anfiteatro en el que tenían lugar luchas de gladiadores y fieras, con una capacidad para 14.000 espectadores.

Otros monumentos históricos a destacar son el Circo Romano, la Alcazaba, el Puente Romano sobre el río Guadiana, el Acueducto de Los Milagros, el Templo de Diana y el Museo Nacional de Arte Romano obra del famoso arquitecto Rafael Moneo, que conserva más de 36.000 piezas, todas ellas procedentes de Mérida y su comarca. Una de sus obras ejemplares es el magnífico busto de Octavio Augusto en mármol de Carrara, primer emperador de Roma. Durante las excavaciones realizadas para su construcción, se sacaron a la luz restos arqueológicos de incalculable interés y valor, como las casas romanas, algunas con restos de pinturas, calzadas romanas, esculturas, mosaicos, etc que conforman un magnífico conjunto visitable, gracias a una distribución cronológica y temática que le confieren un marcado carácter didáctico.

En nuestro recorrido, nos encontramos con Zafra, una de las villas históricas de Extremadura, situada al borde de la viaja calzada romana de la Plata, también conocida como “Sevilla la Chica”. Entre sus monumentos sobresale el Alcázar, construido en 1437 por Lorenzo Suárez de Figueroa, impresionante edificio almenado de planta rectangular y una hermosa torre del homenaje. Sorprende un lujoso interior de mármol con un bello claustro renacentista en la actualidad convertido en el parador de turismo Duque de Tena. La población medieval edificada en su entorno está formada por estrechas calles que conducen a las plazas Chica y Grande, centro comercial durante siglos donde se ubicaban comercios y fondas y esculpida en una columna de la plaza una antigua vara de medir castellana de 83 centímetros conocida como la vara de Zafra.

En su rico patrimonio monumental cuenta con el edificio religioso más característico de la ciudad, la iglesia colegiata de la Candelaria, en cuyo interior destaca con tres soberbios retablos, uno de ellos de estilo barroco de la escuela de Churriguera y el llamado de Zurbarán. Junto a ella, se encuentra la Iglesia de San José, en otro tiempo sinagoga y numerosos conventos y palacios señoriales de diferentes épocas.

Más adelante llegamos a Jerez de los Caballeros declarada Conjunto Histórico Artístico en 1966, con excelentes monumentos conservados desde la Edad Media. Es además, la noble cuna de los conquistadores y exploradores como Hernando de Soto y Vasco Núñez de Balboa, descubridor del Pacífico.

Después de la colonización del Nuevo Mundo numerosos nobles regresaron a su tierra natal, portando con ellos las riquezas de América. Todo su casco histórico combina su arquitectura popular con antiguas iglesias, conventos y palacios, coronadas por la fortaleza de origen árabe, ampliada después por los templarios y, posteriormente, por los arquitectos de la Orden de Santiago. Fue la sede de los Caballeros Templarios quienes introdujeron como norma jurídica el Fuero de Baylio.

La localidad es famosa, entre otros atractivos, por la singularidad de su Semana Santa, ya que por sus angostas y empinadas calles, desfilan más de 4.000 cofrades llegados de los más alejados lugares, siendo fiesta declarada de Interés Turístico Regional. También es famosa por la celebración del conocido Salón del Jamón Ibérico, punto de encuentro entre los elaboradores y productores de este rico manjar para unificar en una sola sede todo el potencial Industrial y comercial de la comarca, con el objetivo de conseguir así una mayor promoción hacia el exterior y servir de escaparate ante la creciente demanda del mercado, tanto nacional como internacional.

Llegamos a Higuera la Real cuyos orígenes se remontan a un poblado prerromano ubicado en la cuenca del río Ardila, al suroeste de Badajoz, en plena Dehesa Extremeña y lindando con la provincia de Huelva. En el siglo XV, el municipio experimenta una etapa de expansión económica, social y artística, de la que son una excelente representación la iglesia parroquial de Santa Catalina y la de San Bartolomé. Por Real Privilegio de Felipe IV de 1633, se le concede el título de Villa y la categoría de Real que desde entonces ostenta.

Paseando por sus calles de fachadas encaladas y casas señoriales, se disfruta de su arquitectura popular con una clara influencia andaluza. Sus fuentes, auténticas obras de arte, suministraban el agua corriente a la mayoría de las casas que no disponían del preciado líquido. Allí se puede visitar en Centro de Interpretación del Cerdo Ibérico, espacio cultural que ofrece al curioso visitante, una imagen global de la vida tradicional en relación con la Dehesa y el cerdo ibérico. En su interior, a través de distintos recursos interpretativos, se descubren aspectos esenciales de la historia y etnografía de la zona, conociendo además las claves del prestigio y calidad de sus jamones y embutidos de bellota.

Al sureste de Badajoz, cercana a tierras andaluzas, se alza la monumental ciudad de Llerena, conocida como “la pequeña Atenas de Extremadura” o, como su lema la define “ciudad para vivirla”. Durante la Edad Media fue escenario de luchas entre árabes y cristianos siendo encomendada su defensa y repoblación a la Orden de Santiago. A comienzos del XVI se instala en ella el tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, suceso con el que se inicia su época de máximo esplendor. Durante los años en los que Llerena llega a ser residencia del Prior, es cuando se alzan magníficos edificios tanto de carácter religioso como civil, llegando a ser a finales del siglo XVI, con sus apenas 8.300 habitantes, ejemplo de convivencia entre las comunidades religiosas cristianas, judías y mudéjares, una de las ciudades más importantes de Extremadura y la segunda más poblada, reuniendo más de media docena de conventos.

Llerena posee un admirable y reconocido patrimonio cultural que ha merecido el que en 1966 fuera declarada Conjunto Histórico Artístico asombroso ejemplo de arquitectura mudéjar, con magníficas halconeras, galerías de arcos que nos evocan a un recinto realizado tanto para uso religioso como mercantil y, sobre todo, para diversión de sus habitantes, al recordarnos que en siglos anteriores fue escenario de autos de fe y de improvisada plaza de toros. En el Portal de Morales estuvo situada la casa-taller del insigne pintor extremeño Francisco de Zurbarán que vivió allí durante 15 años hasta su marcha a Sevilla.

En su lado meridional se encuentra la Iglesia de las Granadas del siglo XVI de estilo gótico-mudéjar que en su fachada oeste se localiza su majestuosa torre, elemento más destacado del edificio, verdadero icono de la ciudad. En su interior destacan numerosas joyas de escultura, orfebrería y pintura, entre las que sobresalen el “Cristo muerto en la Cruz” del propio Zurbarán. Entre los numerosos monumentos dignos de visitar descuellan la iglesia y el hospital de San Juan de Dios, la iglesia y el convento de Santa Clara, la iglesia de Santiago, el palacio de los Zapata y el palacio Prior o Arzobispal, primera sede de la Inquisición. Por la noche, Llerena posee una fascinante seducción merced a su magnífica iluminación.

De regreso a nuestro cuartel general en Mérida, nos encontramos con Medellín, a la orilla del río Guadiana, territorio básico para las civilizaciones que la han dominado, celtas, tartesios y visigodos, entre otros, y uno de los primeros municipios romanos de la Península, rico en recursos agrícolas y mineros. Lugar de nacimiento del conquistador de México, Hernán Cortés como lo corrobora su estatua situada en la plaza que lleva su nombre, posee tres parroquias, la de Santa Cecilia y las de San Martín y Santiago del siglo XIII, siendo su imagen distintiva, el Castillo del siglo XIV, construido sobre una fortaleza anterior con un doble perímetro amurallado con numerosos cubos y torreones de refuerzo y el puente medieval sobre el río Guadiana.

En su base se encuentra el teatro romano del siglo I, primer monumento teatral de estas características, descubierto en el siglo XXI, utilizado ahora como sede complementaria del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Pero este fascinante recorrido turístico-cultural no estaría completo sin hacer referencia a su generosa oferta gastronómica de primera clase, excepcional y única. Productos con Denominación de Origen Protegida, como el sabroso jamón Dehesa de Extremadura, la torta-queso de la Serena el aceite de Monterrubio, las selectas carnes de cordero Corderex, todos ellos regados con excelentes vinos Ribera del Guadiana para blancos, rosados y tintos, y los dulces conventuales de monjas de clausura, aguardientes, licores y mieles.

Su degustación puede hacerse no solo en numerosas ferias gastronómicas sino en recomendados restaurantes y hoteles donde todo está preparado para que los cinco sentidos del turista y viajero, disfruten y conserven en su memoria gastronómica, lo bien que han comido y bebido en la provincia de Badajoz.

Este viaje-congreso organizado por la FEPET al que asistieron a mediados de marzo de 2015 una treintena de periodistas y escritores de turismo, servirá para actualizar las claves descritas de la provincia extremeña acercando a todo el mundo, españoles y extranjeros sus infinitos atractivos turísticos, resaltando de modo especial, su enorme patrimonio histórico, artístico y cultural

Vista del Teatro romano de Medellín...
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Vista del Teatro romano de Medellín...
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