“Buena parte de la obra que incluye el Museo Soumaya es europea con el fin de tener disponible en México esta colección para aquellos mexicanos que no han podido viajar fuera del país, para que tengan acceso a este arte universal y disfrutarlo”, dice Carlos Slim Helú (Ciudad de México, 1940), con motivo de este 20 aniversario.
El museo refleja la pasión del coleccionista, una colección dispersa que se nutre fundamentalmente de obras del escultor Rodin –gusto similar al del viejo coleccionista Thyssen-Bornemisza-, arte novohispano, marfiles asiáticos, artes asiáticos, y vestidos y fotografías de Sofía Loren.
Junto al Museo Soumaya, situado en el residencial barrio de Polanco, se encuentra el JUMEX, o espacio para exposiciones temporales, en el que próximamente se exhibirá una muestra de Calder. Recientemente se ha clausurado con antelación una exposición del artista austriaco, por llevar a cabo una exhibición de sangre de animales.
El Museo Soumaya es gratuito, mientras que el JUMEX exige un tique de entrada.
Hay nombre grandes en la colección Slim del Museo Soumaya, que van desde Francesco Boticelli a Manzu, pasando por Turner, Dalí, MiróTamara de Lempicka, Toulouse-Lautrec, Fragonard, Gustave Klint, Henri Matisse, Piet Mondrian, Rufino Tamaño, Diego Rivera…
No siempre son grandes obras las del Museo Soumaya, sino grandes firmas, lo que no quita el mérito de esta colección abierta a todo el público. Son obras que están llamadas a exhibirse en un contexto temporal más amplio con obras del mismo autor.
Quizás le falte una mayor audacia para adquirir arte contemporáneo, incluso mexicano, aunque el DF cuenta con buenos museos monográficos como el de Rufino Tamayo, Frida Khalo, Diego Rivera o José Luis Cuevas. Fuera del DF el celebrado Museo Dolores Olmedo.
Precioso el retrato de Santa Teresa de Jesús, por Tamara de Lempicka, un d´apres del “Éxtasis de Santa Teresa” de Bernini. Un cuadro pequeño pero intenso resuelto en colores fríos