Ciutadans (C’s) la nueva corriente política emergente

Sin duda y porque en principio están en posiciones completamente opuestas, PODEMOS y C’s parecen no tener nada en común. Sin embargo, si tomamos en cuenta sólo dos cuestiones fundamentales, veremos que tanto uno y otro persiguen los mismos fines y tienen coincidencias comenzando por la principal: Ambas formaciones están convencidas de que el actual sistema que rige en este país está caduco, podrido por la corrupción y desbaratado por una clase política que ha convertido la misma en una forma de enriquecimiento personal y que lucharán por cambiarlo con medidas que favorezcan a las grandes mayorías.
PODEMOS y C’s tienen también en común la juventud y una preparación acorde con los tiempos actuales. Son hijos de la cultura tecnológica. Tienen mayores y mejores posibilidades de entender el mundo de hoy y no están (todavía) contaminados por 30 o más años de chupar de la teta nacional.

Hasta ahora, el partido de gobierno tenía claro que una de las mejores formas de minimizar a PODEMOS era remarcar el carácter aventurero de las muchas propuestas y reivindicaciones políticas del partido de Pablo Iglesias tildándolas como fantasías populistas teniendo a su favor además, que lo de populista calza muy bien cuando se trata de denostar a una formación de izquierdas.

Pero he aquí que C’s y si nos atenemos a sus propuestas económicas tales como las que aspiran “a revertir los efectos provocados por la burbuja y la cultura del pelotazo”, “los chanchullos y los enchufes” y se vertebra “sobre la necesidad de atajar las tasas actuales de desempleo y la precariedad laboral” y recuperar “la senda del crecimiento económico y la igualdad de oportunidades” - sólo por citar algunas- caemos en la cuenta que estas reivindicaciones son cuando menos, iguales o mayores en términos de aventura y fantasía que las medidas propuestas por PODEMOS.

La emergente fuerza de C’s que puede constituirse (según los sondeos) en la cuarta fuerza política aunque de momento sólo tiene presencia en el parlamento catalán, ha inquietado de sobremanera al PP y al gobierno que podría ver en esta formación, el verdadero alero a cuyo cobijo se refugiarán los descontentos del PP desilusionados por el incumplimiento sistemático del programa electoral, la imposibilidad de atajar la corrupción y la débil personalidad política del presidente Rajoy.
Los peperos están con el culo a dos manos ya que algunos de sus cachorros se han escapado y montado tienda propia ¿A quien sino puede preocuparle la fuga de votos a C’s? Obviamente al PP. En C'S no hay (de momento) "desencantados” de IU, UPyD, PSOE ni PODEMOS. La base en que se sustenta C'S es netamente de extracción pepera o cuando menos de sectores no proclives a la izquierda y por eso mismo, es posible que incluso C's llegue lo suficientemente lejos como para erigirse en una auténtica alternativa a un PP debilitado por los casos de corrupción. De repente, el "peperío" más joven y díscolo al final se volverá contra sus viejos y gastados líderes que sólo pueden ofrecer más de lo mismo sin ninguna posibilidad de cambios y votará en último momento a C’s convencidos de permanecer en la misma derecha conservadora pero tamizada con un soplo de aire fresco producto de la juventud de neopolíticos más mediáticos y exentos todavía, de la pátina de incapacidad que impregna a los viejos políticos a quienes aterran los cambios por simples que sean.

Quizás estamos asistiendo al nacimiento de los integrantes del bipartidismo de los próximos lustros: PODEMOS y C’s.