Esta normativa, según avanza este martes la edición digital del semanario Der Spiegel, será previsiblemente aprobada mañana por el Consejo de ministros presidido por la canciller, Angela Merkel.
El proyecto de ley sigue al paquete aprobado en enero, tras el atentado contra el semanario satírico francés “Charlie Hebdo”, que abría la posibilidad de retirar el carné de identidad temporalmente a los musulmanes considerados radicales para impedirles viajar fuera de Alemania para sumarse al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El propósito ahora es perseguir todo viaje al extranjero, e incluso la tentativa de hacerlo, para unirse a los yihadismos o acudir a campos de instrucción terrorista con el fin de participar en planes de atentado o perpetrarlos.
Las penas previstas para estos delitos oscilarán desde los seis meses a un máximo de diez años de prisión, de acuerdo con las informaciones avanzadas por el semanario.
El Gobierno alemán se propone, además, ahogar las fuentes de financiación de estas redes terroristas y endurecer las leyes con ese objetivo.
Según datos recientes del ministerio de Interior, se estima que 600 radicales han viajado desde Alemania en dirección a Siria e Irak para unirse a grupos yihadistas, de los que unos 60 han muerto en combate y casi 200 han regresado al país.
Hoy mismo, la justicia alemana rechazó la demanda presentada por un presunto radical islámico de Neuss (oeste) al que se había rechazado el permiso para salir de Alemania.
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