Primero, están los comentarios de ciertos políticos y otras personas sobre cómo "la France" debe reaccionar, y personalmente me siento muy incómodo con la idea de vincular ciertos valores con una nación. Esto me parece un paso más en el camino hacia el día en que un líder del Frente Nacional pueda convertirse en presidente del país.
Escuché al primer ministro Manuel Valls decir repetidamente en la radio esta mañana lo orgulloso que se siente de ser francés. ¿Qué significa eso? Francia no tiene el monopolio a la hora de apoyar a los derechos humanos en general y la libertad de expresión en particular. Cada persona que vive en Francia es un individuo con sus propios valores y opiniones, así que yo cuando marche el domingo 11 en memoria de las 17 personas asesinadas lo haré simplemente como yo mismo, no como parte de una gran masa de personas que hablan y piensan todas exactamente iguales.
(Que quede claro, no me siento así porque no soy ciudadano francés y así me considero excluido, porque tampoco me siento, al ser de origen Escocés, parte de un bloque sólido de "escocidad" - todos somos individuos, vengamos de donde vengamos).
Segundo (y esto está estrechamente relacionado con el primer punto), he oído y leído a gente decir que todos los musulmanes de Francia deben condenar esta barbaridad, como si su posición por defecto sería de apoyarla y se les sospechase de no adherirse a "los valores franceses" si no lo dicen explícitamente, una y otra vez. Este tipo de pensamiento es lo que lleva a la gente a atacar mezquitas, algo que lamentablemente ya ha ocurrido en varios lugares de todo el país.
Vi una comparación interesante en relación con este tema el otro día. Cuando un médico que realiza abortos es asesinado por fundamentalistas cristianos en algún lugar del sur de los Estados Unidos, ¿los miembros de la iglesia anglicana de Inglaterra están obligados a denunciarlo por temor de que, si no, los demás pensarán que apoyan estos actos viles? Por supuesto que no - ¿por qué tiene que ser diferente en este caso?
Matices o no, todavía voy a asistir a la marcha de mañana, junto con mi familia. La escuela de mi hija está cerca del supermercado de la Porte de Vincennes donde tuvo lugar la toma de rehenes ayer, y ella y sus compañeros fueron encerrados dentro de la escuela durante unas horas mientras yo y los otros padres esperábamos ansiosos fuera del perímetro de seguridad. Los niños escucharon disparos cuando empezó, y todos hemos oído las explosiones cuando fue lanzado el ataque que puso fin a todo. Sí, sé que esas cosas terribles - y cosas aún peores - ocurren todos los días en muchos lugares del mundo, pero estaría mintiendo si dijera que uno no se siente diferente cuando sucede en su puerta.
Aún así, no hace falta ser francés para reconocer cuando sucede algo terrible - sólo hace falta ser humano. Y es por eso que participaré en la marcha mañana domingo 11- no por "la France", no por Charlie Hebdo o la libertad de expresión, sino como muestra de la humanidad que compartimos todos.
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