El coordinador del Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresas (Sebrae), Dival Schmidt, explicó que uno de los desafíos es "mejorar la gestión y el servicio a los clientes" para que los establecimientos hoteleros brasileños estén preparados a acoger a los turistas en el marco de la Copa del Mundo, informó Efe.
Aunque el Mundial se disputará en doce ciudades, las autoridades apuestan a que muchos de los turistas atraídos por el fútbol visitarán otros destinos dentro del inmenso país.
Al respecto, preocupado por "cómo el turista será tratado", el Ministerio de Turismo comenzó a impartir clases de inglés y español para 80.000 personas que trabajan en el sector y ofrece cursos de cualificación para otras 310.000 en el área hotelera y gastronómica.
Entre los programas anunciados, hay algunos basados en la protección de menores contra el abuso sexual, de incentivo al ecoturismo, y otros dirigidos a la producción de información sobre los museos brasileños en diferentes idiomas.
Brasil acoge anualmente cerca de cinco millones de turistas y se sitúa en la posición 43 en las encuestas de los países más visitados elaboradas por la Organización Mundial de Turismo. Según previsiones del Instituto Brasileño de Turismo (Embratur), la cifra ascenderá a ocho millones en 2014 y superará los once millones en 2020, con lo que el país escalaría unos veinte puestos en la lista mundial de destinos más visitados.