Baracoa, un paraíso húmedo y fresco

En los espacios que circundan al centro histórico urbano más antiguo del archipiélago cubano, existen ocho kilómetros lineales de ríos por cada dos kilómetros cuadrados de superficie, explicó a la AIN Bárbaro Zabala, director del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.

Señaló que los turoperadores promueven en la zona sitios donde los turistas entren en contacto con la naturaleza, mitiguen el fuerte calor del trópico, y que a esos fines sirven las límpidas y cristalinas aguas de los arroyos y ríos del nororiente cubano, virtualmente libres de contaminación.

El "Alejandro de Humbold " , el mayor Parque Nacional dentro del Sistema Cubano de Áreas Naturales Protegidas, abarca gran parte de la Reserva de la Biosfera Cuchillas del Toa, la más sobresaliente entre las seis declaradas en el Caribe Insular por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Para muchos expertos constituye el núcleo más importante de biodiversidad en las Antillas, con valores próximos o muchas veces superiores a los de famosas regiones como las serpentiníticas de Nueva Caledonia, las montañas orientales tanzanas, el suroeste himalayo, y la península de California.

Asiento de los bosques húmedos tropicales más conservados del país y de sus más caudalosos ríos (entre ellos el Toa, Duaba y Jaguaní), esta zona se ubica en la parte más oriental del grupo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, uno de los emporios de la flora, fauna y agua en el Caribe Insular.

El macizo más abrupto de la Isla es la mayor fábrica de agua dulce de Cuba y de las Islas del Caribe, y se considera además una de las 200 comarcas priorizadas mundialmente para conservarse a nivel global, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF-Canadá).

La zona guarda en solo el siete por ciento de la superficie de Cuba, la mayor diversidad de paisajes y tipos de vegetación de esta ínsula y del resto de las que conforman la subregión.