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El cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida…

El cuerpo si lo cuidas, te puede durar toda la vida…
viernes 24 de octubre de 2014, 23:36h

El invierno es una estación que demanda cuidados extras en nuestra persona porque el clima frío, la humedad, el ambiente y todo lo que acompaña al invierno actúan como agentes agresores de nuestra piel, cabello y organismo en general.

Cuidarse en invierno...

Para nadie es un misterio que en invierno nos resfriamos con mayor frecuencia y facilidad, que el frío puede causar los temidos sabañones en pies y manos y que en general, nuestra actividad disminuye a causa de la incomodidad que supone el ambiente frío y por ende, tenemos una propensión a “movernos” menos con lo cual, podemos favorecer el aumento de peso, potenciado también por el hecho que en invierno “se come más” y se prefieren alimentos más “pesados” y de mayor valor energético aumentando de paso, el consumo de bebidas alcohólicas.

Es un hecho comprobado que en la estación fría del año aumenta el consumo de vino, y licores produciéndose en cambio, una ligera disminución en la ingestión de cerveza ya que ésta si bien tiene un respetable consumo durante todo el año, en el verano alcanza cotas altísimas. Por otra parte, durante todo el mes de diciembre y buena parte de enero, nuestra alimentación suele ser mucho más copiosa que en el resto del año y de igual manera aumenta también de manera considerable (por aquello de las fiestas de fin de año), nuestro consumo de bebidas alcohólicas. En estas fechas se aumenta igualmente, la ingestión extra de azúcar con la tradicional pastelería y dulcería navideña.

Con este panorama no es extraño entonces que a primeros de enero, constatemos un aumento de peso o las consabidas molestias estomacales producto del consumo algo exagerado de comida y bebida en las fiestas pasadas. Conocedores entonces de esta posibilidad para este invierno, convendría tomar algunas precauciones que nos ayuden a protegernos de la mejor manera, al tiempo que podamos sacar partido de estas medidas para que sus beneficios perduren para el resto del año.

Una buena idea para combatir el frío...

Hay personas que de verdad, sufren durante el invierno porque no consiguen adaptarse. Se sienten incluso deprimidas y faltas de ánimo y al final del día pueden acabar cansadas por la tensión que supone para ellas estar “en guardia” contra el ambiente helado.

Cuando sentimos frío, instintivamente contraemos los músculos en la creencia que esta actitud nos “protegerá” o nos ayudará a paliar el frío. Lo cierto es que es exactamente al revés. Al contraer nuestros músculos hacemos que momentáneamente la irrigación sanguínea a las partes del cuerpo mas expuestas al frío, disminuya. En tal situación, la oxigenación es menor y todo el esfuerzo hecho por nuestro organismo para protegernos del frío se diluye con lo cual aumenta la sensación de falta de calor.

De lo anterior se desprendería que si tuviéramos la circulación sanguínea más activa en ese momento, la sensación térmica en todo nuestro cuerpo sería más agradable y esto es fácilmente comprobable puesto que cuando tenemos calor, nuestras venas se hinchan par acelerar el curso de la sangre y provocar el efecto contrario: una mayor oxigenación de la piel que aumente los mecanismos de enfriamiento de la piel cuya inmediata respuesta es la aparición del sudor.

Una buena manera de aumentar la irrigación general de nuestro cuerpo es el ejercicio físico regular para acostumbrar al organismo a funcionar más rápido y con mayor capacidad de respuesta ante una situación externa de necesidad, como sería el protegerse contra el frío.

Si usted mantuviera, además de sus normales actividades una pequeña parcela de tiempo (digamos 10 minutos) diarios para hacer ejercicio físico, lo más probable es que su “disminución” de facultades a causa del tiempo frío se verían notablemente atenuadas al tiempo que los beneficios que obtendría con esta práctica serían perdurables en el tiempo.

También es cierto que el comer de manera copiosa, beber vino en buena cantidad, abrigarse de forma exagerada y por último quedarse en casa con buena calefacción son también las otras medidas que puede adoptar para combatir el frío pero todas ellas a la larga, le causarán más trastornos que beneficios y no es necesario decirle cuales son las consecuencias de la comida y bebidas abundantes y de la ninguna actividad.

Al final del invierno los kilos demás, los “rollos” y los “michelines”, son un precio demasiado alto por no pasar frío en esta temporada.

Es mejor que se decida por una rutina de ejercicios de 10 minutos diarios. Verá como además de hacerle frente y derrotar al frío que se mete en el cuerpo, al final del invierno estará mejor y listo para lucir un nuevo aspecto cuando el tiempo mejore...

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