Ha muerto Oscar de la Renta

La muerte de los genios del arte, de los grandes creadores me produce infinita tristeza y Oscar de la Renta lo era más que nadie. Llevaba en la retina todo el colorido de las flores del Caribe que le vio nacer. Vistió a Nancy Reagan, a Penélope Cruz, a Hillary Clinton, a Laura Bush, a Jessica Parker, a Michelle Obama y finalmente, como en un bombazo, a la mujer de George Clooney, a la abogada Amal Alñamuddin, en Venecia, el 27 de septiembre. Luchó contra el cáncer durante seis años.
Primero fue pintor, discípulo de Balenciaga en Madrid, trabajó para Lanvin en París y llegó a la ciudad de los rascacielos a finales de los sesenta para trabajar con Elizabeth Arden. Pero quizá lo más importante de este hombre singular fue la labor de psicología que hizo con las mujeres, canalizaba su creatividad en ese universo femenino que iba tomando cada vez más poder. Quizá por eso se convirtió en uno de los favoritos de las primeras damas como Hillary Clinton a quien propuso como portada para “Vogue”.
De la Renta se convirtió en la quintaesencia de la elegancia con solera del Upper East y con su amiga Carolina Herrera fue el elegido de la élite neoyorkina. Sabía tratar a las mujeres como nadie, se alimentaba emocionalmente de ellas – cosa que comprendo quizá como pocos – y supo declarar: “De quien aprendo es de la mujer. Es extraordinario lo que ha pasado con la mujer en los últimos 40 años y me siento orgulloso de haber sido testigo de su avance”.
Se casó en dos ocasiones, primero con Francoise de Langlade y más tarde con Annette Engelhard. Siempre dijo que la mujer más bella del mundo había sido Ava Gadner.
De la Renta será recordado por haber conseguido algo que muy pocos hombres han logrado: entender de verdad a la mujer y convertir el diseño de moda en una labor de empatía que sacase lo mejor de ella a lo largo de seis décadas, tanto elevando a la mujer anónima como humanizando a una primera dama de los Estados Unidos.
Los gigantes del arte, los creadores no mueren nunca, permanecen en la retina de sus modelos y en el corazón de sus amigas, tienen un poder semejante al de Dios de quien lo reciben. Descanse en paz.

(*) Germán Ubillos Orsolich
Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)