El FMI y el BM avisan de una frágil eurozona y urgen a acelerar una respuesta al ébola
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde pidió "no aterrorizar al mundo" con las medidas tomadas para prevenir la expansión de la epidemia del Ébola fuera de África occidental, mientras en España aguardan este domingo las evoluciones de la técnica sanitaria que lucha contra la enfermedad.
"Debemos manejarnos con una extrema prudencia para no aterrorizar al mundo respecto a África en su conjunto", declaró Lagarde.
En una intervención el sábado en Washington, Lagarde llamó a romper el aislamiento de Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde la epidemia ha provocado más de 4.000 muertes, mientras los Estados multiplican los controles sobre los viajeros procedentes de estos tres países del oeste de África.
Pese al alarmismo desencadenado en los últimos días, en España, la técnica sanitaria de 44 años, que se convirtió en la primera contagiada fuera de África mientras trataba a un misionero infectado repatriado de Sierra Leona, mostraba señales de mejora aunque su estado permanecía grave.
"Está mejor, no tiene fiebre (...) Dentro de su gravedad está mejor y está saliendo adelante", declaró esperanzado su hermano José Ramón Romero el sábado por la noche a una cadena de televisión privada.
El domingo por la mañana, la situación "sigue igual", dijo una fuente médica a la AFP.
Un comité interministerial creado para gestionar la crisis indicó prudentemente el sábado que el estado de salud de Teresa Romero no presentaba "cambios significativos y permanece estable dentro de la gravedad".
"Eludir responsabilidades"
Los medios internacionales señalan que España celebra este domingo su fiesta nacional del 12 de octubre, día de la Hispanidad, en un ambiente sobrío por el temor a esta fiebre hemorrágica que ha cundido entre la población.
La oposición y la prensa piden cuentas al gobierno conservador por los errores cometidos desde el día que Romero se sintió mal y acudió al hospital. Transcurrió una semana desde entonces hasta que se le diagnosticó el virus y fue hospitalizada.
Para el director del diario conservador El Mundo, Casimiro García Abadillo, el jefe de gobierno Mariano "Rajoy debe instar la dimisión de la (ministra de Sanidad Ana) Mato".
"Eludir responsabilidades daña nuestra imagen y alimenta el descrédito ciudadano en la clase política", escribía el domingo en su editorial.
"Rajoy es el responsable de poner a una irresponsable al frente de la seguridad sanitaria del país", arremetió el sábado el líder de la oposición socialista Pedro Sánchez.
Los trabajadores sanitarios también se movilizaron al atardecer en Madrid protestando contra los recortes presupuestarios a los que atribuyen algunos de los fallos en la gestión médica del virus.
Ante el miedo a una epidemia mundial, en Europa y América, los Estados han reforzado los controles de seguridad de los viajeros procedentes de los países más afectados por el virus.
En el aeropuerto internacional JFK de Nueva York los controles empezaron el sábado y Canadá aconsejó a sus sanitarios abandonar estos países "mientras existan aún vuelos comerciales disponibles".
La preocupación llegó el viernes a América Latina con un guineano de 47 años sospechoso de estar infectado. El ministerio de salud brasileño descartó, sin embargo, el sábado que el paciente tuviera ébola.
Perú y Uruguay anunciaron, por su parte, una mayor vigilancia en puertos y aeropuertos, mientras que México y Nicaragua mostraron su intención de controlar a los migrantes que tratan de llegar a Estados Unidos.
Ante el aumento de la preocupación a nivel mundial, Lagarde llamó a la prudencia. La movilización de la comunidad internacional "debe servir para erradicar el ébola, no para aislar a los propios países", reclamó.
En el resto del continente, "las economías de los otros países siguen funcionando y creando empleos", dijo.
Según el Banco Mundial, esta epidemia podría costar más de 32.000 millones de dólares en África occidental hasta finales de 2015.
En las Naciones Unidas, el jefe de la misión para luchar contra el ébola (UNMEER), Anthony Banbury, había destacado la urgencia de la crisis, al tiempo que había subrayado la importancia de la preparación y de la prevención en los países no afectados.
En medio de la alarma y las llamadas a la calma, algunas luces de esperanza empezaron a surgir el sábado en la crisis suscitada por esta epidemia contra la que no se tiene tratamiento ni vacuna probada.
En Moscú, la ministra de Sanidad Veronika Skvortsova aseguró que Rusia tiene a punto tres vacunas que podrían estar preparadas en los próximos seis meses.
Además, los ensayos clínicos de otra vacuna, en fase de pruebas en Estados Unidos y el Reino Unido, se iniciaron recientemente en Mali, indicó a la AFP el ministro de Sanidad de este país, Ousmane Koné.
FUENTE: lainformacion.com - 12/10/14
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