La Guerra de las Galaxias

Podría pensarse que con Obama la cosa iba a cambiar, estaba dentro de lo posible pero una vez más se ha demostrado que no hay cambios en la política del Imperio cuando se trata de los intereses del Pentágono.

Barack Obama, el pasado 15 de abril en el Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral manifestó su visión de la política espacial de EEUU, el programa espacial de EEUU pone rumbo a Marte y en futuro a otros planetas.

Yo pensé que la humanidad empezaba otra etapa en su expansión por el sistema solar, antesala de su aventura galáctica.

Tengo la ilusión, tal vez equivocada, que cuando el hombre se expanda por el sistema solar comprenderá que la Tierra es su hogar, la respetará y será un solo estado que yo querría federal.

Posiblemente solo es un sueño. Pero para mi es un bello sueño que me da esperanza cuando contemplo la dura realidad actual.

Una vez más estaba equivocado con Obama, ya no llevo la cuenta de las veces que me he sentido engañado por él.

La realidad es que toda esta propaganda se hacía para ocultar otro proyecto, heredado de Bush y al que Obama ha dado apoyo.

La Fuerza Aérea estadounidense está desarrollando el X-37B, un pequeño vehículo orbital militar, es un minitransbordador no tripulado que comenzó a diseñar la NASA y que pasó a la agencia de investigación militar DARPA (Defence Advanced Research Projects Agency).

El pequeño avión espacial será lanzado hoy día 20 desde la base espacial de Cabo Cañaveral (Florida) con un cohete Atlas, permanecerá en órbita terrestre baja para hacer pruebas durante un tiempo que no se ha especificado y luego aterrizará en la base aérea de Vandenberg (California).

Como cabe esperar, el X37-B, o Vehículo Orbital de Prueba (OTV, en sus siglas en inglés) está rodeado del máximo secreto.

Es la primera de una serie de naves de combate espaciales que están desarrollando los EEUU.

Estas naves tendrán como objetivo colocarse en diferentes órbitas para sobrevolar prácticamente cualquier zona del planeta y a diferentes alturas. Incluso podría realizar vuelos suborbitales entre dos puntos de la superficie terrestre.

El destruir los satélites y los misiles de otras naciones serán para ellas un juego de niños, algo semejante a matar guerrilleros con los aviones no tripulados actuales.

EE.UU. también intensifica los programas de guerra espacial y cibernética con el potencial de paralizar los sistemas de vigilancia y comando militar, control de comunicaciones, informático y de inteligencia de otras naciones, llevándolas a la indefensión en todos los ámbitos.

Y nada impide que las nuevas naves espaciales estén dotadas de armamento nuclear táctico, esas bombas que Obama no ha limitado en su último tratado de desarme con Rusia. Muy listo el Obama.

El objetivo estratégico del Imperio es sustituir el dominio que hoy ejerce mediante las Fuerzas Armadas establecidas en multitud de bases extranjeras, que les obligan ha gastar continuamente inmensas fortunas y provocan un sin numero de pequeñas guerras convencionales, por el miedo a la muerte que viene del cielo.

Podrán ganar una guerra sin librarla. Podrán vencer sin disparar un tiro con solo que el adversario sepa que es vulnerable a un ataque instantáneo e indetectable, abrumador y devastador, sin la posibilidad de defenderse o de tomar represalias.

Es el llamado Ataque Global Inmediato (PGS por sus siglas en inglés), al que se refiere el Pentágono como alternativa a su actual estrategia el Ataque Global Inmediato Convencional (CPGS).

Esta política estará financiada por el gobierno de Obama que ha solicitado 239.900 millones de dólares para investigación y desarrollo del Ataque Global Inmediato por parte de los servicios militares en el año fiscal 2011.

Nadie se resistirá a su chantaje, serán obedecidos por todos, incluso por los propios ciudadanos estadounidenses.

Nadie volverá a hablar de libertad.

Dejaran de ser hombres para ser considerados dioses.

Algo que no ocurría desde que se dejo de adorar a los Cesares de Roma.

Parece ser que de nuevo la historia se repite.