www.euromundoglobal.com

Opinión

Cristo  ha  resucitado

Por Germán Ubillos Orsolich (*)

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Cristo  ha  resucitado

La muerte y resurrección de Cristo es un enigma. Primero la segunda persona de la Santísima Trinidad se hace hombre, se encarna en el vientre de la Virgen María, para ello el ángel se lo anuncia previamente y ella da su consentimiento.

Aparece pues en la tierra, en nuestro planeta, un planeta que gira alrededor de su estrella, el sol, en una galaxia, la galaxia Láctea situado precisamente en su periferia, miles de millones de años después del llamado Big-Bang o sea cuando el Padre decide  la creación de esa inmensa masa de materia comprimida en su principio en una especie de bola de infinito peso y densidad. Simultáneamente o antes da vida a otro mundo, un mundo inmaterial pero de inmenso poder, el mundo de los Ángeles, Arcángeles, Dominaciones y Potestades.

En un momento determinado y tras el placet de la Santísima Virgen, el Verbo encarnado comienza su andadura curiosa, sorprendente y sobrecogedora en este pequeño y minúsculo planeta dentro del inmenso universo material.

Escoge a unos rudos pescadores como emisarios del conocimiento del Padre, de su Padre, desvela la estructura de su familia divina, la Santísima Trinidad, obra prodigios como manifestación de su poder, un poder sobrenatural que viene de lo alto y explica y da normas de vida para que el mundo de entonces, tan brutal, y el de todos los tiempos, se humanice pues él se hace llamar Hijo del Hombre.

Enseña a hablar con su Padre y en un monte desgrana una especie de código de vida, las llamadas Bienaventuranzas.

Pero de pronto comienza el desconcierto, por deseo de su Padre celestial sufre un juicio injusto e ignominioso, un espantoso martirio físico y moral que termina con su ejecución clavado en una cruz.

Esa muerte terrible y en parte incomprensible pudiera ser como forma de acercamiento de ese Dios al sufrimiento de los hombres, de los hombres de todos los tiempos. Pero no es así, muere martirizado como forma de remisión o de limpieza de todas nuestras obscenidades, violencias y brutalidades, realizadas por los hombres entre sí desde el diluvio universal, desde Noé e incluso desde los primeros seres humanos conscientes que habitaron la tierra. Obscenidades y brutalidades que ofenden tanto a los hombres como al Dios que los creó.

No todo queda ahí, cuando el sacrificio y el macabro espectáculo se ha consumado, cuando el espíritu de Cristo ha descendido a los infiernos, el Padre por libre voluntad ya que el Hijo no ha hecho otra cosa que la voluntad del padre, seguir sus deseos, decide resucitarlo, volverlo a la vida como si nada hubiese ocurrido, devolverlo con vida, relanzarlo por así decir de nuevo a este dolorido planeta aún azul y no sabemos por cuánto tiempo ya que lo que sí sabemos es que se trata de un minúsculo, diminuto  cuerpo material del cosmos por Él creado.

“Cristo ha resucitado” es la frase que todos repiten desde hace más de dos mil años y que la Iglesia conmemora en estos días.

A la vista de lo ocurrido, con ese cuerpo que al principio nadie reconoce tras la traumática experiencia de la denominada pasión, precisamente porque carece de sentido hacer sufrir a un ser de esa manera para después volverlo a la vida como si nada hubiese pasado. El mismo Cristo que ha muerto crucificado vuelve a la vida terrestre sano y salvo, risueño y resplandeciente mostrando las señales de las manos y del costado para que Tomás crea y creamos nosotros sin haber visto.

No sé que tiene más mérito si Tomás que ve y cree, nosotros que creemos sin haber visto, o los que en un momento determinado como en un fogonazo de luz intuimos el absurdo de hacer morir a una persona de esa manera para volverlo a la vida después sano y salvo.

Este es el misterio y el enigma de la resurrección de Cristo, la sorpresa, la perplejidad, el sinsentido, pero claro, desde luego el bombazo que nos hace pensar que también pudiera ocurrir otro tanto con nosotros, con alguno de nosotros, con los justos y los buenos, en ese mundo mágico o maravilloso donde yo he terminado alguna de mis novelas, el mundo futuro, el mundo transfigurado, luminoso, risueño, un mundo para no morir jamás.

(*) German Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos. Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (19)    No(0)

+
0 comentarios
Portada | Hemeroteca | Índice temático | Sitemap News | Búsquedas | [ RSS - XML ] | Política de privacidad y cookies | Aviso Legal
EURO MUNDO GLOBAL
C/ Piedras Vivas, 1 Bajo, 28692.Villafranca del Castillo, Madrid - España :: Tlf. 91 815 46 69 Contacto
EMGCibeles.net, Soluciones Web, Gestor de Contenidos, Especializados en medios de comunicación.EditMaker 7.8