“Cuaderno Negro”, de Ezequiel Teodoro

Desde ese mismo momento en que los dos vimos con claridad esa realidad meridiana nos hicimos amigos, rápidamente me di cuenta de la lectura acumulada que llevaba en sus alforjas, había leído Ezequiel muchísimo y con enorme intensidad, sentía pasión por la lectura y  comprobé que se encontraba en ese momento en el que un vaso se desborda y a una persona puede ocurrirle lo mismo, sea en el amor o en las proximidades de cualquiera de las pasiones que conforman nuestra vida.

Fue suficiente que me acercara a él y le insuflara  el calor emocional que algunos escritores, que algunas personas llevamos dentro, para que se pusiera en marcha. Estuve a su lado no sé, muchos meses  protegiéndole quizá acompañándole, escuchándole con atención. Y Ezequiel Teodoro pudo mostrar así la mejor de sus virtudes, la ternura y la delicadeza para con sus amigos y la potencia imaginativa y creadora que llevaba dentro.

Así apareció ese libro maravilloso que para mí es su primera obra, “El manuscrito de Avicena”. Lo leíamos los dos, página a página, capítulo a capítulo. Nada más aparecer empezaron las entrevistas, las fotografías, las presentaciones, las ruedas de prensa y vi crecer rápidamente esa aureola maravillosa y peligrosa que es la fama, la pequeña fama, porque Ezequiel tiene madera de escritor, de escritor en todas sus facetas, es tenaz, extrovertido, simpático, atractivo con las mujeres, fotogénico, cariñoso y ambicioso, pero es frágil y lábil como muchos de nosotros, y necesita protección.

De “El manuscrito de Avicena” de una tacada vendió 11.000 ejemplares, que no es moco de pavo, y disfruté muchísimo viéndole disfrutar a él en esa nueva profesión fascinante e irrepetible que es la de ser escritor, la de ser creador de mundos, la de ser un poco como Dios.

Recuerdo su presentación en Madrid, rodeado de ministros y otras personalidades mientras se explicaba en ese primerizo contacto con el público, allá en la tarima,  sobre el pequeño escenario, junto a su editor y el Secretario de Estado. Como resbalaban mis lágrimas disimulando para que no me vieran ni mi mujer ni la suya, ni tanta gente como nos rodeaba.

Bien. Ezequiel Teodoro, el autor, acaba de sacar su segundo gran libro extenso, su segunda novela, se titula “Cuaderno Negro - complot contra Franco”, editada por “Última Línea”. Contiene todo el suspense, la intriga y la trama de lo que está llamado a ser un “best-seller”, el descubrimiento por Toni Escobar, veterano periodista de uno de los diarios más importantes de España de unos documentos que podrían demostrar que desde el año 1946 una serie de gerifaltes falangistas mantuvieron secuestrada la voluntad de Franco para manejar el poder desde las sombras.

Escobar, simultáneamente sumergido en un triángulo amoroso que afecta a su vida y a su trabajo,  se encontrará ante un dilema terrible: Traicionar a los suyos demostrando la inocencia de Franco o renegar de su profesión obviando las pruebas que incriminan a la falange en el mantenimiento de la dictadura.

Sobre este entramado el autor con pulso firme nos va describiendo un conjunto de escenas hasta formar un mosaico de fuerza y profundidad no exenta de belleza, de lo que fue la España de aquellos años hasta llegar a la España actual moderna y superdesarrollada pero sin olvidar lo que fue, lo que es y lo que puede llegar a ser gracias al sacrificio, al empuje, a la pasión y al riesgo de muchas personas desaparecidas del uno y del otro lado pero que sin ellas jamás hubiéramos podido llegar a  ser lo que ahora somos.

Llega así el autor de “Cuaderno Negro-Complot contra Franco” a una primera madurez de lo que va a ser sin duda una carrera literaria llena de éxito  en beneficio de este país y de sus  lectores. Pues todo el libro además de estar superdocumentado, tiene la ligereza y el ritmo de lectura ideal para el llamado “Gran Público”.

No quiero olvidar la tensión y visualidad de todo el argumento, de la trama, muy apropiada también para hacerse en cine o en televisión.

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(*) Germán Ubillos Orsolich es Premio Nacional de Teatro y Guionista de Televisión Española.