Nuevas denuncias salpican al Papa

“El Papa estaba al tanto de esto. Deberían señalarlo como responsable”, afirmó Arthur Buzinski en rueda de prensa en St Francis en el estado de Wisconsin.

El diario New York Times reveló que autoridades del Vaticano, incluyendo el ahora Papa, no habían actuado pese a ser informadas de que el sacerdote Lawrence Murphy abusaba de niños sordos. Murphy reconoció que abusó de unos 200 niños sordos de la escuela St John's para sordos en Wisconsin, entre 1950 y 1974.

Budzinski señaló a la prensa que Murphy entraba a los dormitorios de los niños por la noche y los llevaba a un baño para abusar de ellos.

Budzinski, hoy de 62 años, informó al arzobispo de Milwaukee, William Cousins y otras autoridades sobre los hechos en 1974, pero Cousins le respondió con gritos, lo que provocó que saliera “de la reunión llorando”.

El New York Times informó que en los años 1990 -años después de que sucedieran los hechos- el entonces cardenal de Milwaukee Rembert Weakland y otro obispo de Wisconsin escribieron “directamente al entonces cardenal Joseph Raztinger”, hoy Benedicto XVI, quien no respondió a la carta. El religioso murió en 1998, cuatro meses después de que le transmitieran las recomendaciones del Vaticano, sin haber sido sancionado jamás por la Iglesia.

Sin desmentir los hechos, el Vaticano defendió al Papa Benedicto XVI tras recalcar que fue informado del caso “por primera vez” a “finales de los años 90, es decir 20 años después de ocurrido”, dijo el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

El Papa ha sido cuestionado también por la prensa de su país por haber alojado en su diócesis, cuando ejercía en 1980 como arzobispo de Múnich, a un cura con antecedentes de pedofilia para que fuera sometido a terapias

En Irlanda, al día siguiente de la dimisión de otro obispo implicado en el escándalo de pedofilia, se incrementa la presión sobre el primado de la Iglesia Católica de ese país, el cardenal Sean Brady, por haber silenciado abusos.

Monseñor John Magee fue señalado en un informe de 2008 por haber ocultado los casos de dos sacerdotes de la diócesis de Cloyne (sur) acusado de abusos sexuales a menores.

Mientras, el Vaticano atacó furiosamente el jueves a la prensa por sus reportes de los abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes, al decir que era un “intento innoble” por difamar al Papa Benedicto XVI “a cualquier costo”.
“La tendencia que prevalece en los medios es ignorar los hechos y estirar las interpretaciones con el fin de difundir la imagen de la Iglesia Católica como la única responsable de los abusos sexuales, algo que no corresponde a la realidad”, dijo el periódico Vaticano. “No hubo encubrimiento en el caso del padre Murphy”, agregó.