El reino de la fantasía

Llega a construir  la “acción”, que será más o menos trepidante en función del ritmo que le queramos otorgar. Se manifiesta esa acción de forma muy especial en la literatura infantil.  Así lo hice ver en mi comedia musical infantil “Los globos de Abril”.

Releer “El maravilloso Mago de Oz” es algo incomparable. Liman Frank Baum, su autor, fue un niño delicado y enfermizo del corazón; quizá por ello, dotado de poca movilidad, desarrolló una imaginación sin precedentes. El año 1.900, a los cuarenta y cuatro años, publicó la famosa historia con dibujos del brillante diseñador de “Art  Nouveau” William Walace  Densolw. Lyman Ftrank Baum murió en Hollywood en 1919 produciéndose  asimismo  en Hollywood una versión muda del cuento en 1.925 y la famosa versión musical de Judy Garland en el papel de Dorohty en 1.939.

En 1929 nace Michael Ende, hijo de un pintor surrealista, actor y por dos veces galardonado con el Deustcher Jugendbuchpreis, posee una de las capacidades de fabulación más tremendas, en la obra “Momo” y  en “La historia interminable”; cuya versión cinematográfica le acarreó un buen berrinche, pero cuyas críticas también fueron muy buenas.

La fantasía es ni más ni menos que el ansia de eternidad de los seres humanos, en la fantasía suele luchar el bien contra el mal, es la fantasía la plasmación colorista de la batalla campal que desarrollan ese bien y ese mal en el alma del hombre a lo largo del tiempo, mientras el tiempo es perecedero; por eso el arte nos hace llorar muchas veces, tan emocionalmente, como la vida misma.

Juan Ramón Jiménez, al terminar y editar su “Platero y yo” en 1917, decía: “A los niños no hay que darles disparates para interesarles o emocionarles, sino historias y trasuntos de seres y cosas reales tratados con sentimiento profundo”.

Los niños canalizan su personalidad, liberan sus conflictos, integran paulatinamente su yo y el mundo de su entorno a través de los juegos; esos juegos deben de ser creación del niño, por eso Michael Ende, en su momento y en una entrevista criticaba los juegos electrónicos, complejos y acabados,  que privan al niño precisamente de imaginar eso que hacía con unos guijarros, un sencillo palo o unas maderas.

Otras veces el escritor recurre a recuerdos personales del pasado, esa fuente inagotable de la propia biografía, recuerdos mezclados con fantasía.

Volviendo al tema; ¡cuánta fantasía necesitaríamos en nuestra lucha del día a día para poseer el secreto de la felicidad!.

(*) German Ubillos Orsolich

Nació en Madrid y es Premio Nacional de Teatro. Premio Guipúzcoa de Teatro, Premio Provincia de Valladolid de Teatro, Premio Julio Camba de Periodismo, Premio “Correo Español – Pueblo Vasco” de Periodismo, Premio Ciudad de Zamora de Periodismo, Finalista Premio Nadal de Novela, Guionista de Televisión Española Espacios Dramáticos.

Es autor de varias novelas entre ellas: “Largo Retorno” (Con filme de Pedro Lazaga y música de Antón García Abril) “Proyecto Amenazante”, “Cambio Climático”. “Cambio Climático – Los Supervivientes”, “Cambio Climático – El Retorno” (Trilogía),(Ed. Entrelíneas Editores), El viajero de sí mismo”, “Malín”, “La Peste Negra – Vida más allá de las estrellas”, “La calle de los Amores” (biografía), “El hielo de la Luna”, “Los desiertos de Marte”, “La calle de los amores “(Memorias).- Ed. Belgeuse, “ Más allá del Purgatorio (Novela), Ed Belgeuse , “La Infancia Mágica “ (Biografía).- Ed. Belgeuse Es autor teatral y algunas de sus obras son: “La Tienda” (Ed. Escélicer)- Premio Nacional de Teatro, “El llanto de Ulises” (Ed. Escélicer)- Premio Guipúzcoa, “El Cometa Azul”, “Gente de Quirófano” (Ed. La Avispa) Premio Provincia de Valladolid, “Los globos de Abril” (Ed. Escélicer)