Brillante recital de piano a 4 manos: La música clásica triunfa

Entrevistamos a uno de los dos pianistas: Juan Mendívil.

P. ¿Interesa la música clásica?
R. Pues sí. La música es una de las realidades más contundentes que existen. Y desde luego la de los grandes clásicos arrastra a los que entienden y a los que creen que no, porque le música va directamente al corazón.

P. ¿Y que me dice del piano a 4 manos?
R. Pues que es muy difícil y arriesgado por lo que supone de entendimiento y de sincronía entre los dos ejecutantes; pero también es verdad que el resultado tiene un brillo especial; el piano adquiere un fulgor inusitado y actualiza su vocación orquestal; arrasa. Al mismo tiempo también tiene algo de espectáculo y quizás por todas estas cosas es muy atractivo.

P. ¿Hay muchas obras para piano a 4 manos?
R. Las hay y excelentes. Nosotros en nuestro programa incluimos obras de Juan Cristiann Bach, Beethoven, Brahms, Debussy, Ravel. Obras escritas todas para piano en esta modalidad de dos pianistas en un solo piano.

P. Juan, Vd. Es español y Dimitar búlgaro. ¿Supone ello alguna dificultad?
R. En absoluto. Es un hecho bien cierto, que como se dice, almas gemelas se saludan de lejos. En cuanto nos conocimos surgió el proyecto de colaboración con naturalidad y ahora estamos muy compenetrados y gozamos del privilegio de la amistad, de compartir la música, el escenario y el contacto con un público entusiasta.

P. ¿Que es lo que mueve a tanto trabajo, tanto sacrificio y a asumir los riesgos de los recitales?
R. Hay que abandonar todo divismo.Yo personalmente creo que somos fontaneros de la música y a lo que aspiramos es a hacerlo bien y emocionar.

P. ¿Han quedado contentos de este último recital?
R. Sí mucho. Creo que tocamos con autoridad y caló en un público receptivo.

P. ¿Proyectos?
R. Seguir; siempre seguir. Nos va en ello, no sé si la vida, pero sí la existencia.

P. ¿Alguna anécdota que contar?
R. Más que anécdota quiero citar unas palabras que me ha enviado una amiga poeta, Esperanza Párraga, después del concierto. Me escribe: La tarde y la lluvia me asustaron, las calles desconocidas en la noche, la Iglesia que salió de las sombras mientras buscaba la luz de la música...todo calló de pronto ante el asombro y la admiración del movimiento, la compenetración de las manos, el hallazgo de las posturas y el lenguaje azul de los acordes. Hay algo de oración en lo sublime. Gracias por elevar.

P. Bellas palabras...

R. Ciertamente.


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