La LiVrería (Martínez Izquierdo, 9 ) muestra la pintura sobre papel de La Chunga, un arte naïf, ingenuo, lleno de color, ritmo y gracia, lo que la hace única en este género. Mucha bata de cola con lunares, escenas de baile, parejas con churumbeles, escenas sui generis de la Navidad con la Virgen, San José y el Niño… La pintora tiene gracejo y sentido del color.
Nacida en Marsella (Francia) de padres andaluces, La Chunga creció en Barcelona, donde se inició en el bailes desde los seis años, recorriendo locales con su arte de los pies descalzos. Su fama fue muy temprana.
Francisco Rebes, pintor, tomó a la Chunga como modelo y fue en su estudio donde la bailaora empezó a pintar y a cultivar el arte del pigmento y el color en paralelo a su arte del baile flamenco.
Fueron Muchos los artistas que admiraron su obra plástica por su fuerza ingenua: Picasso, Dalí, Alberti, Viola, Blas de Otero, León Felipe… Muchos la consideraron “la musa gitana”.
Su obra plástica se ha expuesto en numerosas galerías españolas y extranjeras, donde se la ha reconocido como pintora natural, espontánea y colorista. El Club Zayas acogió sus obras en una gran exposición en Madrid.
Entre los asistentes al acto: la dramaturga Carmen Resino, la profesora de la U.C.M Dolores Gallardo, Christian y Beatriz Prevost, la fotógrafa Isabel Florica, el vidente Acevedo y numerosos artistas del mundo del flamenco.
Fotos: Isabel Florica