El próximo 17 de Agosto Pol cumplirá 14 años; me dice su dueño ,Juan Andrés, que sueña muchísimo y al estar en plena carrera ascensional y cercano a su meta, supone que vislumbrará en esa marca la esplendorosa cima nevada que él cree adivinar como objeto de su sueños. En su maratoniano recorrido quedarán marcadas sus huellas, al igual que las de su dueño Juan Andrés Mateos Montero; profundas e imperecederas al abrigo de tantos corazones agradecidos. Transcribo un supuesto que Juan Andrés refiere en el escrito a Radio Televisión Española de fecha 1 de junio 2013 y cuyo texto es el que sigue: "¿qué hubiera ocurrido si el Dr. Fleming cuando, por casualidad, descubre las beneficiosas propiedades del moho"penicillium” (visto por tanta gente en las despensas de sus casas y en otros lugares), oculta su gran descubrimiento al mundo destinándolo para sí y amigos o que habiéndolo notificado a sus autoridades científicas, medios de comunicación etc., unos u otros lo silencian?¿de qué país, de que gentes y de que posibles delitos estaríamos hablando?.
El Ayuntamiento de Zamora debería contemplar la posibilidad de incrementar el patrimonio de su ciudad, rico en tantas facetas, con el de la historia de este perro por su gran aportación a la solución del cáncer; a esa ciudad maravillosa le sobran recoletos rincones donde perpetuar la mítica carrera de Pol. Es un ejemplo más, en este caso excepcional, donde queda patente la colaboración entre el hombre y ese querido animal; el cáncer de Pol permitió a Juan Andrés demostrar la validez de su tratamiento para la especie canina.
Como dispongo de la mayoría de los casos por él tratados y documentados plenamente, ello me lleva a solicitar la concesión del premio Nobel de Medicina para este zamorano no afecto al mundo de la ciencia pero merecedor del mismo, solicitud que cursé en su día a través de la embajada de Suecia en Madrid.