En sus últimos cuadros las formas aparecen más sólidas y rotundas que en etapas anteriores, que se instalan en campos bi-cromáticos de gran fuerza expresiva o en campos monocromáticos grises de gran sutileza. También presenta algunas piezas de papel endurecido con geso.
La crítica de arte Julia Sáez-Angulo escribe en el catálogo:
“El color es el verdadero artista de la pintura”, dice Richard Turtle. Ciertamente la pintura es un lenguaje -misterioso y cercano al mismo tiempo- de color y de forma. Ángel de la Peña, arquitecto de formación, la eligió como su medio expresivo artístico y confiesa que ya no podría presidir de ella. La pintura se ha vuelto un estado de necesidad para él, porque vive y habita en ella. Sus cuadros destilan la trayectoria de su vida y pensamiento.
Grafismos, formas y manchas
La obra de este pintor se manifiesta en campos de color, monocromos o parcelados a modo de dípticos irregulares, en los que se instalan dibujos, grafismos, formas, manchas o sombras, que actúan a modo de signos y símbolos de un alfabeto particular del artista. Un repertorio icónico singular que conforma el mundo expresivo del autor; un repertorio de imágenes igualmente abstractas que dialogan o tensionan con el fondo. Un vocabulario que traduce de modo sutil el pensamiento que se revela en gestualismo automático o controlado. Una sensibilidad plasmada en trazo y color. En luz.
La abstracción es libertad inmediata para plasmar de modo creativo el consciente e inconsciente del pintor culto e inteligente. Hay que saber para mostrar. Hay que tener dentro para poder dar fuera. Se necesita dominio del color y del ritmo a la hora de componer con arte un cuadro, por medio del pigmento sobre un soporte de lienzo, tabla o papel. Hay que saber atrapar la luz; tener una dicción propia.
Ángel de la Peña maneja la composición pictórica con conocimiento de armonías cromáticas, de tensión fondo/forma, de equilibrios formales, de sugerencias plásticas, de referencias orgánicas o de alusiones vagamente geométricas. Hay sabiduría profunda en su pintura. Hay lenguaje de hoy, de nuestros días; estética contemporánea para sugerir más que decir; para insinuar, más que imponer. Hay dominio cromático para manejar con acierto el azul cobalto, los rojos mitigados, los blancos o grises atenuados o los verdes sujetos a matiz, que habrán de acoger el tachismo de las nuevas formas o actuaciones plásticas.
El arte es siempre un misterio que conlleva secretas razones de la vida a la vida. Ángel de la Peña muestra su última serie pictórica bajo el título de “Misterio, Color y Forma”.