Elecciones en Chile, política y juventud.

Se le pide a las nuevas generaciones involucrarse en el desarrollo del país. Luchar por sus ideales, no sólo dedicarse a criticar ni lamentarse por los grandes temas nacionales no resueltos que les afectan, como lo son: los valores prohibitivos para ingresar a las Universidades privadas. El manejo idóneo del crédito fiscal universitario. El acceso igualitario a la salud. La usura con que son tratados por los bancos luego que son esas mismas entidades las que les allanan de sobremanera el camino para hacerlos sus clientes. Las dificultades con que se encuentran las parejas recién formadas para acceder a una vivienda propia, etc.

Es que la clase política no ha podido dejar como herencia a la juventud una política sana; no ha sabido encantar cívicamente a los jóvenes.

Cuando ya nos hemos habituado a ver personeros gubernamentales sindicados en temas de nepotismo, diputados que no respetan sus horarios de trabajo, senadores infringiendo las leyes del tránsito, intendentes que no se dedican solamente a lo que competen sus funciones para las cuales fueron designados, alcaldes acusados de falta de probidad, concejales que se involucran en acomodos comerciales; en fin, toda un política enrarecida, que a nadie le interesa heredar.

• Un candidato de la concertación que ofrece muchas cosas. ¿Y por qué no las realizó la primera vez que tuvo la oportunidad de hacerlo al ser Presidente de La República?, ¿O es que ahora se le ocurrieron esas ideas?
• Un candidato de oposición que quiere hacernos creer que todo es muy fácil y de pronta realización. ¿Logrará hacer crecer al país al mismo ritmo que sus inversiones? Una cosa es velar por la prosperidad de una línea aérea o de un canal de televisión o de un equipo de fútbol; pero gobernar un país… es otra cosa.

Somos un ejemplo de "Macroeconomía", pero las pequeñeces de los políticos han hecho que la economía hogareña no disfrute de esos aires de bonanza.

La escencia de la política cada vez se va diluyendo más, mientras las alianzas económicas son las que realmente van comenzando a regir nuestros destinos...

Ninguno de los dos candidatos pareciera encarnar una “solución-país”, el cambio verdadrero está en la actitud personal de cada uno. Cuando dejemos de ser "sacadores de vuelta", cuando dejemos de echarle la culpa al vecino o compañero de trabajo, cuando reconozcamos nuestros errores, cuando aprendamos a trabajar en equipo, cuando nos esforcemos por ser mejor que nuestros competidores y no por pisarle los dedos, cuando respetemos y veneremos a las personas de la tercera y cuarta edad... cuando cumplamos con todos esos y muchos otros requisitos básicos de convivencia... podremos decir: POR FIN LLEGARON LOS CAMBIOS"...