Paula Varona, Exposición “Madripolis” en Casa de Vacas

Obra hermosa y bien pintada, aunque quizás un poco monocorde en el cromatismo que se desenvuelve siempre en las mismas tonalidades de blancos, negros y grises infinitos. La autora da infinitos paseos por la ciudad y registra en sus imágenes pictóricas el corazón de la misma, desde la Gran Vía diurna y nocturna a la calle y la Puerta de Alcalá.

Distinguida con una medalla de honor en el premio BMW, Paula Verona ha abandonado la publicidad para dedicarse por entero a la pintura, con lo que ha hecho una apuesta definitiva en sus inclinaciones y vocación.

La exposición es un bello homenaje a Madrid, una ciudad que atrajo las retinas de la pintora cosmopolita a juzgar por su formación británica en Saint Martins School of Art y su viajes a Estados Unidos y Japón. Sus visiones altas, casi aéreas de la ciudad añaden atractivo a sus cuadros. Sus perspectivas son singulares.

“Paula Verona es una dama prerrafaelita, pero su pintura no sigue los postulados teóricos de Ruskin”, escribe el académico Luis Alberto de Cuenca en la presentación del catálogo. “Ella viene de otra tradición que emana del impresionismo y que, bajo la especie de una presunta fidelidad a la realidad fotográfica, tiene mucho de onírico”