Recuerdos de Navidad

En la cartelera de espectáculos figuraba la actuación del cantante Carlos Gardel, que noche tras noche llenaba el aforo del teatro Romea. Lo acompañaban los guitarristas Ricardo, Barbieri y Riverol. Mientras tanto, otro grande del tango, el director y violinista Francisco Canaro, emprendía viaje desde París a Madrid en un pequeño coche Renault en compañía de su esposa, su hermano Mario y el trío que integraban Agustín Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare.

El encuentro entre ambos fue muy sonado. Lo recuerdan todos los libros escritos sobre Gardel y Canaro. Este último en sus memorias, hace especial hincapié en la cena que tuvo lugar en el restaurante citado, aunque confunde la dirección: “ ...Y me invitó una noche (por Gardel) a “Casa Botín”, famoso restaurante genuinamente madrileño de la Plaza del Herrador. Él fue acompañado de la aplaudida cupletista española Teresita Zazá (que había actuado en Buenos Aires), mujer simpatiquísima, muy amiga y admiradora de Gardel.

Comimos en lo de “Botín” los famosos cochinillos, que aunque en verdad eran muy ricos, no lograron hacerme olvidar aquellos que habíamos comido en Aranda de Duero” (1). Los encuentros continuaron durante todos esos días de diciembre del 27. La nostalgia se acrecentaba a medida que las consabidas fiestas familiares de fin de año se iban acercando. Por fin, el 31 de diciembre la reunión gastronómica se repitió para despedir el año, esta vez por invitación de Canaro, en “El Mesón del Sevillano”.

Nevaba copiosamente sobre Madrid. Recuerda el maestro uruguayo : ...”después de la comida cantó Carlitos con toda su alma, las mejores canciones y tangos en homenaje a la patria amada. Lo mismo, hicieron Irusta, Fugazot y Demare.

Fue una noche inolvidable entre risas y lágrimas en la evocación de inefables “saudades” (2). Madrid reunió durante aquellos días de Diciembre de 1927 a dos de los
máximos representantes que ha tenido y tendrá la música del Río de la Plata. Responsables directos de su difusión a nivel mundial, los amantes del tango les debemos eterno agradecimiento.

Repasando la página que Casa Botín tiene en Internet, esperaba encontrar entre las fotografías de personajes célebres, alguna que retratara aquél encuentro. Lamentablemente no existe ningún testimonio gráfico de aquélla noche de la que se cumplen ochenta y dos años este mes.

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(2): Mis Memorias. Mis bodas de oro con el tango. Francisco Canaro, páginas 129 y 130. Editorial Corregidor. Buenos Aires. Argentina