“EuroMundo Global” estuvo en Medina del Campo

Las calles de Medina del Campo se llenaron de cofrades con sus BANDAS que bajo un gesto de Fe terminaron su desfile en la explanada del Catillo deLa Mota, para escuchar Las Siete Estaciones.
La Semana Santa de Medina del Campo declarada de interés turístico internacional, cuenta con las mas antiguas procesiones de disciplina de España.
Fue el dominico San Vicente Ferrer, en 1411 quien introdujo esta costumbre de representar la Pasión de Cristo por las calles de la Villa. Con el nombre de Vicente Ferrer, se conoce unos de los pocos centros de interpretación donde se descubre el origen de La Semana Santa.
También conocimos unos de los mercado de abastos más antiguos de España: Las Reales Canicerías de Medina del Campo. Es uno de los edificios civiles más interesantes del Siglo XVI en España. Desde sus orígenes hasta la actualidad conserva la primitiva función para la que fue construido, reparto y abastecimiento de carnes.
En 1500, los Reyes Católicos autorizan su construcción pero las obras tardan en comenzar más de 50 años y no se terminan hasta 1562, reinando Felipe II. Por esta razón aparecen sus armas en tres de las portadas del edificio. Su traza se atribuye a D. Rodrigo Gil de Hontañón.
A pocos kilómetros del centro urbano se puede disfrutar del Turismo de Salud en el Palacio Balneario de las Salinas, que es un edificio de estilo inglés similar al Palacio de la Magdalena en Santander.
Sus aguas, calificadas como las más mineralizadas del mundo, están declaradas de utilidad publica desde 1891.
Pernoctar en el Palacio de Las Salinas, es como remontarse a los años del 900 y estar en sus instalaciones te extrapola a una sociedad educada y refinada en la cual el servicio hotelero estaba por encima de todo para satisfacer a los clientes y encima, disfrutando de tratamientos hidrotermales.
En los alrededores del Palacio podrás visitar el Museo Capilla del Mileneo, obra realizada por Cristóbal Gabarrón, así como contemplar diversas esculturas del mismo artista.

Y no nos olvidemos de su gastronomía, un buen lechazo de la tierra o un cochinillo asado al horno de leña al estilo de Medina. Por supuesto todo ello regado con buen vino de la Denominación de Origen Rueda.

Y si de endulzarse la vida se trata, nada que mejor que acercarse al obrador del convento de las Madres Clarisas donde los empiñonados, las pastas de té o los hojaldres harán las delicias de los más golosos.