El plan de ayuda no implicaría un rescate a la portuguesa»

"El interés del Gobierno es el de la economía española", ha señalado el ministro en una entrevista concedida a ABC Punto Radio, donde ha precisado que "a día de hoy se ha decidido no pedir la asistencia financiera que implica la actuación del BCE", aunque ha dejado abierta la posibilidad de hacerlo en el futuro "de acuerdo con lo que sea más adecuado para España".

En este sentido, De Guindos ha subrayado que, en cualquier caso, de producirse este solicitud de asistencia, "no sería un rescate a la portuguesa ni a la irlandesa", sino que se trataría de una intervención del BCE en los mercados de deuda para reducir los costes de financiación de España, recordando que "España ya fue rescatada en 2011", cuando el BCE compró deuda española entre agosto y diciembre del año pasado.

No obstante, el ministro ha defendido que "España no necesita un rescate, sino que se eliminen las incertidumbres sobre el euro", destacando la mejoría registrada en los mercados a raíz de los recientes acuerdos sobre Grecia, sobre la intervención del BCE y sobre el establecimiento de un supervisor único europeo de la banca en 2014.

El ajuste de Esapaña, entre los mayores de la OCDE

Por otro lado, el ministro ha aprovechado para destacar que, independientemente, del objetivo de déficit establecido para España, lo principal es que los socios europeos hayan declarado que el país ha tomado todas las medidas necesarias tanto para este año como para el siguiente.

"Los objetivos veremos en última instancia cuáles son los que se determinan", ha apuntado De Guindos, quien ha subrayado que "lo importante es que los socios europeos han dicho que se han tomado las medidas necesarias tanto este año como para el siguiente".

A este respecto, el ministro de Economía español ha hecho hincapié en que España va a realizar "uno de los mayores ajustes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico". De este modo, Guindos ha señalado que esta "sustancial" reducción del déficit, a pesar de que la deuda pública vaya a incrementarse, hace que los que prestan el dinero a España tengan confianza.