La cifra pone de relieve que el conflicto que mantienen Japón y China por las islas Senkaku, que se agudizó en septiembre tras su nacionalización por parte de Tokio, continúa afectando el flujo de turistas chinos.
El desastre de marzo de 2011 golpeó a la industria turística japonesa. Las visitas procedentes de China, uno de los principales abastecedores de turistas a Japón, se desplomaron. Sin embargo, en noviembre de ese mismo año el número de turistas chinos creció por primera vez desde el terremoto. Desde entonces la afluencia de turistas chinos aumentó mes a mes hasta agosto, antes de que la disputa territorial se recrudeciera, resaltó Kyodo. No obstante, el número total de visitantes extranjeros a Japón en noviembre creció 18 por ciento interanual a 649.000.