El plan, el segundo de este tipo después de aprobar en octubre una serie de estímulos por cerca de 4.800 millones de dólares, se financiará con fondos de reserva incluidos en los presupuestos correspondientes al actual ejercicio fiscal 2012 y no requerirá de una nueva emisión de deuda por parte del Estado.
Se espera que este movimiento será criticado por la oposición al producirse dos semanas después de disolverse la Cámara Baja y convocarse comicios anticipados el próximo 16 de diciembre, por lo que puede ser considerado un arma electoralista.
Según la agencia local Kyodo, el ministro de Finanzas, Koriki Jojima, se reunió con Noda para analizar las medidas contenidas en este paquete, que servirá para impulsar el crecimiento en sectores como el medio ambiente, la sanidad, la agricultura.
También potenciará las obras públicas destinadas a reducir el impacto de posibles desastres naturales, después del devastador tsunami que arrasó el noreste nipón en marzo de 2011.
Además, Noda ha pedido a sus ministros que compilen un tercer paquete de medidas, que podría financiarse con un presupuesto extra en este año fiscal (que concluye en marzo de 2013) y se aprobaría tras llevarse a cabo las elecciones generales de diciembre, en caso de que fuera reelegido el gobernante Partido Democrático.
La recuperación de la economía nipona tras el tsunami y el accidente nuclear de marzo de 2011 se ha ralentizado en medio de la crisis económica global, que se ha reflejado en la reducción de las exportaciones y la producción.
En el trimestre de julio a septiembre de 2012 la economía del país se contrajo un 3,5 % interanual, por lo que, de registrar un nuevo retroceso en el trimestre octubre-diciembre, se consideraría en recesión técnica.
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