La detención, retención o inmovilización (como se prefiera) de esta porción de territorio argentino, obedece a la demanda de unos especuladores financieros internacionales que a la fecha, no han recibido el pago por unos bonos soberanos emitidos por el gobierno argentino y que se vieron atrapados por el llamado corralito, la crisis financiera que sumió hace más de una década, en el caos político social y económico a la otrora poderosa nación argentina.
Salvado las proporciones, este caso tiene aristas muy parecidas a lo sucedido cuando por orden del juez español Baltasar Garzón, el ex dictador chileno Augusto Pinochet fue retenido en el Reino Unido durante 503 días hasta que la diplomacia internacional, consiguió sacarlo de su retención, libre de polvo y paja y sin pagar dinero ni responder por los cargos imputados para su detención.
Aquí va a pasar lo mismo. Por eso, el gobierno argentino se ha apresurado a ordenar la vuelta a casa en avión, de la dotación de marinos que integraba la tripulación de la fragata “Libertad”. Mientras tanto, serán los políticos y diplomáticos los que tendrán que arreglar el pastel, el cual podría haberse evitado si –como reclaman los acreedores-, el gobierno argentino hubiera respondido oportunamente a sus compromisos financieros. Creo que a la fragata “Libertad” le queda una larga fondeada en el puerto ghanés.
Si (
No(
