Un sistema caducado

Acabo de leer que Grecia permitirá la venta de productos caducados a precios más bajos. Ni si quiera han sido capaces de justificar la medida, que evidentemente tiene dos lecturas.
Se puede pensar que el gobierno griego está aceptando la evidencia de diferentes clases a la hora de la seguridad alimentaria de sus habitantes, y que tiene que reconocer tácitamente no tener medios para atender las necesidades de quienes están quedando en los márgenes, y deja esta vía para afrontarlo mezquinamente.
Se puede pensar que finalmente un gobierno neoliberal ha entendido que la medida de regular las fechas de caducidad responde a las necesidades del mercado y de los distribuidores para gestionar esa distribución de forma segura, y garantizar la obsolescencia programada también en los alimentos, bajo la apariencia de seguridad alimentaria.
¿Ante cual de las dos opciones estaremos en este caso? Desgraciadamente ante la primera. Y la mayor parte de las respuestas por parte de la "izquierda indignada" será verlo como una merma de la seguridad alimentaria y como una pérdida en los derechos de la población, sin realizar el análisis completo y aprovechar de mostrar a la gente el engaño y el despilfarro que significan las exigencias en las fechas de caducidad como en la de los embalajes; engaño y despilfarro que siguen existiendo en la mayoría de los países como higiene y seguridad, pero que en realidad son una forma más de insostenibilidad del sistema.
Exijamos que aquí se lleve a cabo un cambio legislativo al respecto y la sinceridad en el comercio.