Sinatra y Gardel (I)

El día anterior había pedido ser llevado a la esquina de las calles Humahuaca y Agüero, en el Barrio del Abasto de la capital. Allí había funcionado un bar o fonda, que se llamaba O´Rondeman. Ahora solo había un terreno baldío. “La Voz” sacó de su abrigo una entrada amarillenta que había conservado de un espectáculo radial en el año 1934 en Nueva York. Según sus acompañantes (parece ser que gente de la embajada americana), besó el papel , desgranó en castellano versos de un tango y dijo en voz alta: “thanks for helping me to live, Mister Gardel”, o sea, gracias por ayudarme a vivir señor Gardel.

Corre el año 1910. En Argentina se celebra el primer centenario de la Revolución de Mayo. Cincuenta delegados de gobiernos extranjeros llegan al país, entre ellos, la Infanta Isabel de Borbón, la misma que trece años después asistirá la primera actuación de Carlos Gardel en España en el Teatro Apolo de Madrid. El 25 de Mayo de 1910 se conmemoraba el aniversario de la fecha histórica. Gardel iba a cumplir 20 años en diciembre. Por esa época vivía con su madre Berthe, la francesa, en la casa de pensión de la calle Corrientes 1553 y frecuentaba varios locales nocturnos.

Fue justamente en el bar O´Rondeman donde Gardel debutó como cantante. Pero en todos estos tugurios pululaba mucha gente que hacía de las malas artes una forma de vivir: el juego, la prostitución, el caudillaje político, eran moneda de cambio y el cantante no estaba cómodo con aquellas experiencias. Los dueños de la fonda mencionada, los hermanos Traverso ,le había tomado un cariño especial a Gardel., se dice que fueron sus primeros “protectores”. Existen aquí varias historias que no nos permite el espacio relatar. La cuestión es que el “francesito”, como le llamaban, pudo al fin salir de ese ambiente y comenzar la carrera que le llevó a la fama. Y mucho tuvo que ver el uruguayo José Razzano con el que se encontró un año después para formar el dúo que duró catorce años.

Estamos en el año 1933. La carrera de Gardel estaba llegando a la cima. Habían transcurrido sus grandes éxitos en Argentina, Uruguay, España y Francia. Entre sus películas, varias habían sido rodadas en París. Hasta que llegó el momento dar el salto a la meca del cine. El 22 de diciembre de ese año, el “zorzal criollo” junto a otros acompañantes, se embarca en el vapor “Champlain”que parte del puerto de Cherburgo con rumbo a los Estados Unidos. Alfredo Le Pera, coautor de muchos de sus tangos y partícipe en las películas, se queda en Francia esperando acontecimientos. Existía la firme convicción de que lograrían el contrato para empezar a rodar sus películas en el país del norte.

El 28 de diciembre Gardel y compañía desembarcan en Nueva York y se instalan en el famoso hotel Waldorf Astoria. El 31 de diciembre a las 22,30 horas y acompañado por una orquesta de profesores, debuta en los estudios de la National Broadcasting Corporación (la emisora de radio conocida como NBC) ubicados en el número 711 de la Quinta Avenida. El éxito es arrollador. Comienzan una serie de exitosas audiciones con público. Una de las noches, un tímido muchacho irá a escuchar a Gardel y luego se acercará a saludarle Aquél encuentro cambiará su vida. Se llamaba Francesco Albertino Sinatra Agravantes.