Los medios estatales anunciaron que Bashar al Asad rezó en la mezquita de Al Hamd, ubicada en el barrio Al Muhayerin, en Damasco, junto a varios altos cargos del Estado y del partido gubernamental de Al Baaz.
En ese evento también estuvieron presentes el primer ministro sirio, Wael al Halqi, el presidente del Parlamento, Mohammed Yihad al Laham, y el secretario adjunto del partido gubernamental Al Baaz, Abdulah al Ahmar.
Las imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron al mandatario sirio en la primera fila de decenas responsables y ciudadanos sirios escuchando junto al mufti del país, Ahmed Hasun, el sermón del imán.
La fiesta del final del Ramadán en Siria coincide con la culminación a medianoche de hoy de la retirada de los observadores internacionales, aunque la ONU mantendrá una pequeña oficina política en Damasco.
La violencia continúa en el país pese a los últimos esfuerzos mediadores, con la designación el pasado sábado del diplomático argelino Lajdar Brahimi como nuevo enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria.