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CAFÉ CON POLÍTICAS, POR FAVOR...

Bolivianos en España: el voto en el exterior

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
Mientras estamos leyendo estas líneas, en Cochabamba se está cerrando la VII Cumbre de Jefes de Estado del ALBA; seguramente un comentario obligado tratará sobre el proceso boliviano de voto en el exterior. El pueblo de Boliva está celebrando una conquista de la democracia global y transfronteriza. Por primera vez el boliviano podrá ejercer su derecho –que no obligación- de voto en el exterior. Esta es una conquista que le pertenece al votante a pesar de que algunos partidos políticos quieran medrar a costa de la democracia.
Los periódicos en España se han hecho eco de noticias que denuncian que la libertad para empadronarse y votar de los bolivianos ha sido abusivamente condicionada en un afán por apoyar al MAS. En Barcelona, Madrid y Sevilla las denuncias han salido en la prensa, radio y televisión.

Esta acusación apunta directamente al partido oficialista. Consiste en señalarles como los responsables de orquestar un movimiento para forzar el voto en su favor utilizando por un lado a sus contactos y por otro a sus legaciones diplomáticas y consulares.

Los consulados –hasta este momento- sólo son acusados de omitir la información completa al ciudadano creándoles suficiente confusión sobre si el empadronamiento en el exterior -y posterior voto- era obligatorio o voluntario.

Se puede cometer un delito común por comisión u omisión, lo grave de este caso es que este comportamiento escandaloso por parte de organismos oficiales y de militantes del MAS no puede enmarcarse como parte de una campaña política salvo que el MAS admitiera que no respetan en absoluto a sus votantes ya que sólo les interesa conseguir su voto a cualquier precio.

La responsabilidad de las legaciones diplomáticas que responden ante la Cancillería –Ministerio de Asuntos Exteriores de Bolivia- es insoslayable en este punto ya que se puede interpretar que el partido oficialista ha usado las herramientas de las que dispone en el exterior buscando una ventaja definitiva ante la oposición basada en la desinformación y mala información a los ciudadanos bolivianos.

Fruto de la alarma que se ha creado y que se ha denominado “rumor”, los bolivianos de todas las partes de España se han movilizado para empadronarse en Madrid, Barcelona y Valencia.Si bien algunos bolivianos han tenido ayudas económicas y logísticas para desplazarse a alguna de las tres ciudades habilitadas para el registro biométrico –es el caso de la Delegación de Relaciones Institucionales del Ayuntamiento de Sevilla- otros ciudadanos han llegado con sus propios medios, pasando la noche a la intemperie –en ocasiones a 0º grados- poniendo sus trabajos en riesgo, gastando dinero de sus sueldos para comida y desplazamientos, etc…

En gran medida lo han hecho intimidados por el “rumor” de que si no se empadronaban no se les facilitaría las gestiones para sus certificados penales, ni para la renovación de sus pasaportes –imprescindibles para hacer los trámites que les permiten conseguir los permisos de trabajo y residencia en España-, además se les ha indicado que se les multaría a la entrada o salida del país, hasta se les ha intimidado diciéndoles que no podrían enviar giros –ni sus familiares recogerlos en Bolivia-.

Muchos se han inscrito por el miedo de que, ante su inminente viaje para pasar las Navidades con la familia, en Bolivia fueran objeto de “represalias” tanto ellos como sus familiares.

Esto significa que muchísimos bolivianos han hecho colas larguísimas para obtener un certificado de registro en el padrón biométrico que les habilita para votar que no van a usar para ejercer su derecho al voto. La ley indica que sólo se puede votar allí donde uno está registrado, en consecuencia esos ciudadanos no podrán votar ni en España ni en Bolivia.

Esto ha llegado a tal extremo que la Corte Nacional Electoral ha emitido un comunicado urgente en el que -apoyados y amparados por la Ley 4021 de 14 de abril de 2009 que en su Título IV se refiere al “Voto en el Exterior”- indica que: ”En consecuencia, la falta de registro no conlleva ningún tipo de sanciones ni restricciones para el ejercicio de derechos y para la realización de cualquier tipo de trámites en las legaciones diplomáticas y consulares de Bolivia” en España dado que el empadronamiento y el voto son voluntarios.

Ha sido necesario emitir un comunicado firmado por el Presidente, Vicepresidente y Vocal de la Corte Nacional Electoral para contrarrestar mínimamente el peso de un rumor abusivo que ha desesperado a los bolivianos de toda España. Queda por saber si se va a llevar a cabo una investigación para conocer la autoría de esos rumores –que podrían ser considerados delitos; los unos por comisión y otros por omisión- y exigir las consiguientes responsabilidades

Llegados a este punto, caben varias observaciones. La primera de ellas es que el partido oficialista en Bolivia –y sus coautores en España- no creen en el ejercicio de la democracia.

Intimidar, coaccionar, manipular a la gente para que vote por el partido en el gobierno no sólo es anti-democrático sino que además demuestra que no hay ningún respeto por el ciudadano que se ve obligado a hacer un esfuerzo desproporcionado para desplazarse hasta los centros de empadronamiento.

Pero, por otro lado, también significa que, -debido a la alarma social que se ha generado- los bolivianos creen que Bolivia no ha cambiado, y que cuando tengan que entenderse con sus compatriotas en los consulados o bien con los bancos u otras instituciones o, por último, una vez llegados al país prevalecerá el rumor sobre la Ley porque “Evo es la Ley”. Al menos esto pensaban algunos bolivianos empadronados. Además, no en vano el cartel que anunciaba -el pasado 13 de septiembre- la llegada del Presidente E. Morales decía en sus líneas finales: “Evo es Bolivia” para continuar “Bolivia somos todos”. Si le aplicamos la regla de tres lo que sale es que “Todos somos Evo”.

Estas consignas, sumadas a la búsqueda de la mayoría absoluta por el método de la intimidación y la coacción -que ha sido debidamente denunciado-, tienen un talante innegablemente autoritario.

Una segunda observación consiste en que, habiendo cupos asignados a cada ciudad –como resultado del art.47 de la Ley 4021-, el hecho de que un partido movilice todos sus recursos con el objeto de llenar dichos cupos con los votantes del partido oficialista, desvirtúa el proceso democrático puesto que se burla de la intención con que la que la nueva Constitución boliviana fue aprobada, ya que -en teoría- podríamos pensar que el resultado de la votación ya está decidido.

Es de dudar que los bolivianos aprobaran el nuevo texto constitucional para que luego su voto en las urnas fuera manipulado de cara al próximo 6 de diciembre tal como ha sucedido.

Nada de todo esto ha empañado el proceso de empadronamiento biométrico en España que ha superado los 50.000 ciudadanos bolivianos empadronados. Esto significa que el cupo asignado en España – que ascendía a 38.360 bolivianos- ha sido superado en más de un 30%. Un éxito para la Corte Nacional Electoral boliviana en España y todo el personal que ha trabajado en ella.

En consecuencia, es posible que el partido oficialista piense que con la labor realizada ya no debe preocuparse del voto en el exterior. Sin embargo, y como siempre, la decisión final la tendrán los votantes que decidirán en España el color de su voto con total libertad, sin estar sometidos a la férrea disciplina de voto que se acostumbra usar en Bolivia.

Me atrevería a decir, por los cometarios generalizados, que ningún partido MAS que otro puede tener asegurado un voto fiel tras los abusos y coacciones cometidos a lo largo de estas cuatro semanas pasadas. De hecho, es posible que los desmanes que se han permitido en España le quiten el sueño a MÁS de uno.

Todos los bolivianos en el exterior que van a participar en las elecciones por un Presidente y Vicepresidente, el 6 de diciembre de este año, estarán participando de un proceso histórico. El desarrollo de las campañas políticas, el ejemplar cierre del padrón biométrico de la CNE, los debates que por primera vez están por llegar a España, son históricos. Los que han manipulado son parte de la memoria boliviana y serán mirados de frente como personas, organizaciones y partidos, allá ellos y sus responsabilidades. En diciembre hablarán las urnas. Los bolivanos votarán tras haber debatido en total libertad, sabedores de que cada voto cuenta para definir el destino de la Patria. Todos los que participen de la democracia y se sientan conscientemente concernidos serán parte de la Historia. Que cada palo aguante su vela.
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