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DESDE ACÁ, MAFER…
Repasando tus pisadas…
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:21h
A veces es bueno volver sobre las pisadas ya dadas. Es bueno mirar hacia atrás. Es bueno contemplar el camino recorrido y por sobre todo ver a quienes hemos tenido a nuestro lado en esos momentos pretéritos.
Intentaré describirlo con una experiencia personal.
Siendo un niño, comencé a asistir a un pequeño colegio que estaba a una cuadra de mi casa (Colegio Larraín Vial). Fue ahí donde aprendí a leer, a responder por las tareas encomendadas y también a llorar. Mis cinco primeros años de escolaridad transcurrieron allí.
Luego pasé a un colegio grande (en todo el sentido de la palabra), el Instituto Nacional. Pero siempre visitaba mi pequeño colegio y a mis educadoras de la infancia, en especial a la Directora, la que había sido mi primera profesora. Más aún, casi al finalizar mi educación secundaria , realizamos nuestro inolvidable "Viaje de Estudios" (Argentina, Uruguay y Brasil), y a pesar de la vorágine de los 16 años, un día le mandé a mi maestra una postal desde Río de Janeiro, la cual después comprobé que ocupó un lugar preferencial en su escritorio.
Al terminar el colegio, no tenía claro mi norte vocacional, y como había sido muy deportista, ingresé al Instituto de Educación Física de la Universidad de Chile. De pronto llevando, sólo algunos meses de clases, mi antigua educadora me solicitó que me hiciera cargo de algunas horas de Educación Física en su querido colegio. Me pareció una locura, creí no poder hacerlo, pero me fui acostumbrando a canjear mi horario de colación de los Martes y Jueves por esta nueva y motivadora actividad (por supuesto "ad honorem"). Y como a veces "el hábito sí hace al monje", sentía que el Buzo del Físico me daba "poderes" para realizarlo.
Al año siguiente, (motivado por mi convivencia esporádica con niños discapacitados en el Físico y en La Piscina Escolar), “me picó el bichito" de La Salud, di nuevamente la prueba de admisión a la Universidad, e ingresé definitivamente a Medicina... y a pesar de ello, aún ya estudiando Medicina, seguí por varios meses haciendo clases de Educación Física.
Algunos años después volvía a ingresar por el viejo portón de mi pequeño colegio, pero ahora convertido en el médico de los niños...
Mi profesora ya había jubilado, pero mis recuerdos y agradecimientos no sabían de jubilaciones...
Hoy ese colegio ya no existe, pero yo me he preocupado de no hacerlo desaparecer de mi mente; a pesar de todo lo que significó con posterioridad en mi vida (y significa aún) mi eterno Instituto Nacional.
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Repasando tus pisadas…
Últimos comentarios de los lectores (4)
511 | Patricia Leite - 11/04/2010 @ 10:20:46 (GMT+1)
Muy bonito. Me gusta mucho tu estilo, doc! Transmites de una forma impactante los sentimientos, gracias por compratir todo esto.
347 | Jorge Bugueño A. - 19/10/2009 @ 03:48:34 (GMT+1)
Interesante lo que nos comenta Mafer, en tiempos en que lo que vale es sólo el dinero que ganas hoy, reconocer que nuestro humilde pasado sentó las bases de un presente de valor. Un homenaje a las escuelas formadoras (Francisco Andrés Olea) y las que catalpultan a un futuro de calidad (Instituto Nacional). Estoy de acuerdo que a la cima se llega pasando etapas y éstas deben quedar grabadas y formar parte de nuestro ser, nunca deben ser olvidadas.
Un abrazo a Mafer y a Joaquín.
Jorge Bugueño A.
344 | joaquin toro sanchez - 18/10/2009 @ 19:30:19 (GMT+1)
Siempre es bueno recordar.
Ya quisiera yo volver a tener los años universitarios, para realizar actos como los del autor.
Aùn , con estos tres by pass coronarios que me acompañan, habrìa hecho otras cosas.
No me arrepiento de nada,pero con la distancia del tiempo transcurrido y la vision actual, podrìamos haber sido mejores.
Felicitaciones al autor.
340 | yane - 18/10/2009 @ 04:06:51 (GMT+1)
Que lindo!!
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