Trabajar en espacio abiertos, respirando aire puro, disfrutando de la naturaleza y no dentro de cuatro paredes puede parecer un privilegio. Sin embargo, tiene sus riesgos. Los obreros agrícolas, aquellos que desarrollan actividades en el agua (buzos, pescadores, marinos y operadores de ferries) y los profesores de educación física que hacen clases en canchas, están mucho más expuestos que el resto de la población a la radiación solar.
Las regiones más riesgosas son aquellas de mayor altitud, ya que cada mil metros, aumenta en un 10% la radiación ultravioleta.
Evitar exposición innecesaria al sol
Debe de evitarse la exposición innecesaria a horas de mayor radiación UV (entre las 11: 00 y 15:00 horas en invierno y entre las 12:00 y 16:00 horas en verano). Igualmente, esto debe hacerse en días nublados.
Tener lugares de comida y de descanso techados. Los trabajadores con faenas al aire libre deben:
Usar ropa de trama gruesa, de manga larga y de pantalón largo.
Usar anteojos especiales de sol con protección UV, casco con visera transparente con protección UV y con aleta de “tipo legionario” que cubra el contorno.
Aplicarse 20 minutos antes filtro solar contra los rayos UVA y UVB con FPS 30 en las zonas del cuerpo necesariamente expuestas. Debe ser hipoalergénico, sin aromas y no pastoso para evitar adherencia de contaminantes ambientales. Reaplicarlo cada tres horas.
Usar filtro solar con FPS 50+ cuando existen factores personales como cáncer de piel o de un familiar directo.
Ingerir agua en forma periódica.
Lo ideal es descansar a la sombra cada cuatro horas. Igualmente, debe de consultarse a un especialista si se consumen ciertos medicamentos orales que aumentan la fotosensibilidad, lo que hace que los rayos UV penetren más fácilmente la piel.