Andrés Puig, pintor cubano español en la vanguardia surrealista

Por ella que han pasado numerosos escritores y artistas principalmente de América Latina. Desde ese lugar montañoso, el autor prepara sus exposiciones en España y Estados Unidos a donde viaja con periodicidad. Su gran exposición retrospectiva tuvo lugar en la Casa de América; antes lo hizo en la Sala Eloy Gonzalo de la Fundación Caja Madrid y en la madrileña galería Amdragos.

En la década de los 70, Andrés Puig se decantó como un nombre puntero en la vanguardia artística cubana. Junto a otros compañeros de generación se destacaron en la llamada “Generación de la Esperanza Incierta” y el joven estudiante viajó por París y su obra mereció la atención de un estudio en la Universidad de La Sorbona, así como en el Centro Cubano de Nueva York.

La pintura de Manuel Puig se caracteriza por el sincretismo y los aportes del origen y la formación del pintor, al tomar elementos de la cultura orisha y cristiana, con todos sus dioses y personajes, en suma, los referentes africanos que con tanta fuerza han nutrido la sociología cubana en lo que a santería se refiere. Por otro lado, San Lázaro y Santa Bárbara son algunas de las figuras veneradas y aludidas por el autor, que incluso ha levantado un particular santuario a los citados santos en su finca de la sierra. “El bosque de los orishas” es una de las serie más características de Puig.

Lector de los cuentos de la escritora cubana Lidia Cabrera, su mundo guarda cierta familiaridad con el narrado por la escritora. En algunos aspectos, la obra de Puig se emparienta también con la del vanguardista cubano Wilfredo Lam, sin perder unas señas de identidad pictórica innegables. Una obra inmersa en un surrealismo de gran intensidad y belleza. Su obra mereció figurar en el “Libro de oro de la Unesco”.

Despegado en principio de la revolución cubana, como lo puso de manifiesto en su exposición rotunda, oscura y airada en la Fundación Caja Madrid, su posición se ha ido atemperando junto a sus amigos cubanos, muchos de ellos cercanos a la Embajada de de Cuba en Madrid, que patrocinó su muestra retrospectiva en la madrileña Casa de América.

Las pinturas de Manuel Puig figuran en grandes colecciones españolas y americanas –principalmente de Miami, ciudad a la que viaja de vez en cuando. Una de sus últimas exposiciones en las que pudo verse su obra, tuvo lugar en el Museo de Arte Contemporáneo de Requena (Valencia), comisariaza por Alejandra Martín Pavón.